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Reportaje:ELECCIONES 6 DE JUNIO

Reflejos en una foto de prensa

Socialistas y populares recuerdan, a un paso de las elecciones del 6 de junio, la noche del triunfo socialista de 1982

Javier Solana es uno de los pocos históricos del PSOE que aparece en las fotografías de prensa que se tomaron aquella noche memorable. "Sé que estuve en la suite del Palace con Felipe y Alfonso. También estaba Enrique Tierno, pero no recuerdo mucho más", dice el ministro de Exteriores. En las elecciones del 28 de octubre de 1982 Solana fue el número dos en las listas del PSOE al Congreso por Madrid. El resplandor del éxito parece haber cegado su memoria en relación con una noche única que fue vivida de forma muy distinta por su rival Francisco Álvarez Cascos, que aspiraba a ser senador de Alianza Popular por Asturias.Álvarez Cascos recuerda que los 10 millones de votos del PSOE le parecieron "una losa pesadísima de la que íbamos a tardar mucho en recuperarnos". La historia le dio la razón, aunque Álvarez Cascos, hoy cabeza de lista del PP al Congreso por Asturias, lo dice ahora con un brillo especial en los ojos, como si pensara que la losa en cuestión está a punto de moverse. "En seis meses ha cambiado mucho la opinión pública", dice el secretario general de los populares, refiriéndose a la pérdida de apoyo electoral del PSOE.

En canit . Joaquín Almunia, otro de los socialistas que disfrutó de la fiesta del Palace no conservo ninguna fotografía en la que se me vea", afirma-, su partido ha remontado ya esa cuesta abajo. Algo así como si el "proceso correctivo", iniciado por el PSOE, en palabras del eurodiputado Enrique Barón, que se ha plasmado en la aparición de Baltasar Garzón en las listas socialistas, hubiera empezado a corregir el rumbo.

Almunia no pensaba en rumbos aquella noche de octubre. Ni en eso ni en ser ministro de Trabajo. "Iba a serlo José Luis Corcuera, pero al final lo rechazó porque la UGT no veía bien que un sindicalista estuviera en el Gobierno", recuerda. Hoy, después de años en segundo plano, Almunia vuelve a ser candidato al Congreso por Madrid. Reconoce que siempre fue una persona de buen conformar, un disciplinado militante.

Casi tanto como José María Maravall, que, tras ser relevado como ministro de Educación y vivir alejado de la política, ha vuelto para implicarse en la actual campaña como miembro del comité electoral del PSOE.

Otros ni siquiera están ya en los círculos de poder del partido. Por ejemplo, Guillermo Galeote. Y algunos más han perdido la primera línea política aunque conserven el mismo espíritu de grupo que hizo fuerte al PSOE. Tan fuerte como para gobernar 10 años con mayoría absoluta.

"La verdad es que en eso me equivoqué", dice Alberto Ruiz Gallardón, candidato al Senado por el PP, que en 1982 tenía 23 años y acababa de casarse. "El triunfo del PSOE no me produjo ninguna preocupación institucional. Lo vi como una consolidación del sistema. Pero estaba convencido de que no duraría más de dos legislaturas".

Ruiz Gallardón era entonces fiscal en Málaga, aunque ya militaba en Alianza Popular. Su formación jurídica le permitirá medirse pronto en un debate con el juez en excedencia Baltasar Garzón, el hombre que ha desplazado a Javier Solana de número dos en las listas al Congreso. "Bueno, eso es algo completamente irrelevante", dice Solana. "Después de todo se trata de un caso muy especial". ¿Y si le hubieran colocado por delante a otra persona del partido? "Sencillamente, no lo hubieran puesto", contesta riendo.

A Enrique Barón, en cambio, otro de los protagonistas de aqueHa noche de fiesta, no parecen interesarle tanto las listas al Congreso español. Barón lleva muchos años "en Europa". Desde 1986 ha tenido en el foro europeo infinidad de cargos, incluido el de presidente del Parlamento Europeo. Él, que estuvo aquella noche en el hall del Palace, Heno a rebosar de personalidades, periodistas y figurantes, no se siente postergado. Al contrario: "He hablado mucho más con González cuando era presidente del Parlamento Europeo que mientras fui ministro de Transportes".

Barón insiste en que el problema europeo "es lo verdaderamente importante", lo que no puede dejarse a un lado. Lo dice en conversación telefónica desde Zaragoza, adonde se ha desplazado para hablar del mismo tema: Europa, ante el Día de Europa.

Camino de la misma ciudad y gracias al talante dinámico de los candidatos populares, que viajan en coche con teléfono, Rodrigo Rato, número dos de las listas del PP al Congreso por Madrid, relata también sus recuerdos de 1982. Tiempos en los que "estaba más delgado, menos calvo" y no se había casado todavía. El triunfo del PSOE le asombró, pero hubo algo más importante: "Salí por primera vez diputado por Cádiz y Alianza Popular [entonces presidida por Manuel Fraga] pasó de 9 escaños a 106 escaños". Rato acaricia en su mente la idea de que la noche del 6 de junio puede llegar a ser tan dulce para el PP como la del 28 de octubre de 1982 para el PSOE. "Quién sabe", dice un miembro del equipo de Álvarez Cascos, "la palabra la tienen los tres millones de indecisos".

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