Marcha con ritmo
Unas 7.000 personas acudieron ayer al desfile contra el racismo organizado por el Gobierno regional, en la calle de Alcalá, entre O'Donnell y la plaza de Manuel Becerra. Grupos musicales africanos, latinoamericanos, uno gitano y otro madrileño, encaramados en seis camiones, dieron ritmo a la marcha. "Lo importante de esto es que la Administración tome medidas, pero que no sean como la Ley de Extranjería", apuntaba la artista Ana Belén. El presidente regional, Joaquín Leguina, recogía el guante a medias: "En lo que a nosotros atañe lo más preocupante es la vivienda, pero integrar es algo más". "Estar aquí es lo más natural del mundo", afirmaba el ciudadano y secretario de Estado para la cooperación, Inocencio Arias, convencido de que en España hay una veta racista. Varios vecinos de Aravaca luchaban precisamente contra este tinte que parece ir adquiriendo su barrio. "Vengo por pánico ante el racismo y por hacer que los inmigrantes vivan de manera decente, apuntaba el cineasta Jaime Chávarri. En la imagen aparecen dos de los asistentes al desfile. Madrid tiene en mayo fiestas por duplicado (San Isidro se une hoy a los festejos del Dos de Mayo), y el alcalde José María Álvarez del Manzano no quiere que se "utilicen para otros menesteres" distintos al del regocijo. Sin embargo, contra esa intención, el gobierno municipal ha elegido como pregonero de las fiestas a un analista político de Abc que hoy reivindicará a Madrid como "la ciudad más libre de España". Las fiestas regionales no le van a la zaga y tampoco eludieron el matiz político. Su programa de festejos coló, como novedad, una gran manifestación ciudadana contra el racismo que ayer reunió a unas 7.000 personas en la calle de Alcalá.
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