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Los trabajadores del metal comienzan la primera huelga en 60 años en la ex RDA

AGENCIAS, Más de 18.000 trabajadores del metal en Alemania oriental comenzaron ayer una huelga, la primera en más de 60 años, para exigir aumentos salariales superiores al 20% y equipararse así a sus colegas occidentales. Los empresarios, que en 1991 firmaron este incremento aducen ahora que sólo pueden ofrecer el 9%.

A las doce de la noche del domingo, con precisión alemana, un centenar de trabajadores de la siderurgia Elektrostahl en Henningsdorg, al norte de Berlín, dejaron sus herramientas de trabajo. Comenzaba así una huelga que su organizador, el poderoso sindicato alemán IG Metall, pretende extender esta semana a unas 50 fábricas de los Lánder (Estados federales) de Sajonia, Brandenburgo y Meclemburgo Pomerania.En el trancurso de la jornada, la protesta se extendió a otras cuatro plantas siderúrgicas de Sajonia, así como a otras 19 empresas de transformación metalúrgica, con una participación que superaba el 90% de los trabajadores, según fuentes de los organizadores.

El sindicato IG Metall, uno de los más poderosos de Alemania, con 3,6 millones de afiliados, ha escogido la técnica de extender progresivamente la huelga para ofrecer una oportunidad a la patronal de cambiar su actitud. Ésta, por su parte, afirma que el convenio firmado en 1991, en plena euforia sobre la capacidad de la economía germana, resulta imposible de cumplir ahora, toda vez: que la recesión y la crisis se han instalado en Alemania. Es la primera vez, desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, que los empresarios rompen un acuerdo firmado con los sindicatos.

Los empresarios alemanes adivirtieron también que la huelga podría suponer la pérdida de 100.000 empleos. Franz Steinkühler, el líder de IG Metall, rebatió estas advertencias ante centenares de trabajadores congregados a las puertas de la fábrica de motores eléctricos Sachsenwerk, en Sajonia: "Las huelgas no destruyen puestos de trabajo", dijo. IG Metall acusa también a la patronal de intentar romper el sistema de negociación colectiva alemán por su punto más débil: los trabajadores de la ex RDA. "Va a ser un combate muy dificil", vaticinó el jefe del sindicato en Berlin-Brandenburgo, Horst Wagner. La protesta comenzó un día después del 60 aniversario de la prohibición por Hitler de los sindicatos libres en 1933.

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