Los serbios, resignados, firman la paz bajo la presión de EE UU
La presión y la amenaza de intervención militar que está ejerciendo EE UU han forzado al líder de los serbios de Bosnia, Radovan Karadzic, a firmar ayer en Atenas el plan de paz de los mediadores internacionales, Cyrus Vance y David Owen. El presidente norteamericano, Bill Clinton, y el presidente ruso, Boris Yeltsin, han expresado su satisfacción, pero aún es pronto para el alivio.
Mientras en Atenas el representante de los serbios de Bosnia, Radovan Karadzic, firmaba el acuerdo de paz, los combates proseguían en toda Bosnia. Los otros dos bandos de la multiguerra civil en la antigua Yugoslavia, croatas y musulmanes, ya habían firmado semanas atrás el documento.El Plan todavía tiene que ser sometido al Parlamento de los serbios de Bosnia. El presidente del mismo, Monicilo Krajisnik, aguó ayer en Belgrado toda esperanza: "El Plan Vance-Owen es inaceptable", a lo que añadió que Karadzic había firmado bajo "la amenaza de que Serbia sea bombardeada".
Bill Clinton aseguró que juzgará a los serbios "sobre sus actos", aunque calificó de "positiva" la firma del plan de paz por Karadzic. Para consultar con sus aliados ha enviado a Europa al secretario de Estado, Warren Christopher, quien ayer advirtió en Londres que la firma no era suficiente, y que había que respaldar las palabras "con hechos". Christopher viajará también a París, Bonn, Moscú y Bruselas. Pese a que España tiene tropas en Bosnia, Christopher no ha incluido Madrid en su itinerario.
Aparentemente por ello, el ministro español de Exteriores, Javier Solana, se desplazará hoy a Londres para entrevistarse con el emisario norteamericano.
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