Un muerto y más de 100 heridos en choques entre la policía y manifestantes procomunistas en Moscú
RODRIGO FERNÁNDEZ, Más de 100 heridos, algunos de ellos graves, y por lo menos un muerto, es el saldo de los enfrentamientos ocurridos ayer en Moscú entre manifestantes procomunistas, que celebraban el Primero de Mayo, y la policía. El muerto es un agente de policía, pero también hay una presunta víctima mortal entre los civiles: un manifestante con la cabeza rota, que fue llevado a paradero desconocido por un camión no identificado. Miles de personas se congregaron junto a la estatua de Lenin, en la plaza Kaluga (antigua plaza de la Revolución de Octubre) para festejar el Día del Trabajo y lanzar consignas contra el presidente Boris Yeltsin.
La manifestación estaba organizada por comunistas de diversas orientaciones y por el Frente de Salvación Nacional (FSN), movimiento opositor que une a los nacionalistas rusos. La calle que conduce al centro de la capital rusa estaba bloqueada por camiones. Delante de ellos había un destacamento de unos 500 policías con cascos, porras y escudos decididos a actuar contra los manifestantes en el caso de que éstos intentaran abrirse paso hacia el Kremlin. Camiones y policías también impedían marchar por el Anillo de los Jardines a la sede del Parlamento.Víktor Anpílov, líder de la organización Moscú Obrera y del ortodoxo Partido Comunista Obrero, anunció a los manifestantes que el mitin festivo tendría lugar en las colinas de Lenin, junto a la Universidad de Moscú.
Los golpistas Guennadi Yanáyev, ex vicepresidente de la Unión Soviética, y VIadímir Kriuchkov, ex jefe del KGB, encabezaron, junto con algunos diputados comunistas y del FSN, las columnas de manifestantes que marcharon en dirección contraria al centro, hacia las colinas de Lenin. Pero antes dellegar a la plaza Gagarin, que queda a un poco más de medio kilómetro de distancia de la estatua de Lenin, un cordón policial impidió el paso a la gente.
Los manifestantes no obedecieron las órdenes de detenerse y trataron de romper las filas de los uniformados, cosa que en un principio consiguieron. La policía antidisturbios hizo uso entonces de las porras y de las mangueras para tratar de dispersar a los manifestantes, que comenzaron a lanzar piedras y todo lo que encontraban a mano contra los policías.
Estos respondieron a las pedradas con pedradas, y estalló una batalla campal que duró aproximadamente media hora. Los manifestantes, enardecidos, quemaron varios vehículos, entre ellos, dos camiones.
Según la televisión rusa, hay la, misma cantidad de heridos (70) tanto por parte de la policía como de los. manifestantes. Este corresponsal estuvo en el Hospital Número Uno de Moscú, el más cercano al lugar de los hechos, en donde a la una de la tarde, hora local, habían acudido más de cuarenta personas para ser atendidas. De ellas, seis fueron hospitalizadas y dos se halla-ban en la unidad de cuidados intensivos.
Este centro médico trató a sólo dos policías. Comprobar de forma independiente las cifras de heridos por la parte policial es prácticamente imposible, pues a los uniformados los llevan generalmente a hospitales especiales, a los que no se tiene acceso.
"¿Por qué, no nos dejaron pasar a las colinas de Lenin? ¿0 es que querían sangre a toda costa?", preguntaba una mujer con lágrimas en los ojos después de los enfrentamientos. La respuesta oficial a la primera pregunta es que los organizadores de la manifestación no citaron ese lugar cuando pidieron la autorización correspondiente a las autoridades, ni indicaron la ruta que tomaron al mediodía.
Aunque oficialmente se habla de un muerto, según informaciones no confirmadas las víctimas mortales podrían llegar a cuatro. Un policía fue aplastado entre dos camiones en movimiento, mientras trataba de pasar entre ellos, y no se, sabe si es éste el que pereció en el. hospital o si se trata de otro.
"Ha sido una provocación consciente que persigue como fin paralizar toda resistencia políti-ca al régimen", dijo el diputado Iliá Konstantínov, uno de los dirigentes del FSN, comentando la acción de la policía. "Pero hoy ha comenzado la verdadera resistencia", agregó, advirtiendo que la policía antidisturbios tendrá problemas más serios el próximo 9 de mayo, cuando en Rusia se celebra la victoria en la Segunda Guerra Mundial. "La lección es clara: ya no se podrá ir a las manifestaciones indefensos", había dicho Konstantínov unos minutos antes, después de visitar el hospital Número Uno.
Asedio al Parlamento
Unas cinco mil personas se concentraron al mediodía frente a la sede del Parlamento -la Casa Blanca- y levantaron barricadas a su alrededor. Los manifestantes, que gritaban "iYeltsin asesino!", quitaron del edificio varias banderas rusas tricolores y en su lugar pusieron banderas rojas. Las fuerzas de seguridad esta vez no intervinieron y se limitaron a permanecer en camiones y autobuses cerca del edificio del Parlamento vigilando los movimientos de los enfurecidos manifestantes.
Los manifestantes empezaron a dispersarse, levantando el asedio al Parlamento, sin causar mayores problemas, aunque muchos de ellos expresaron su voluntad de permanecer allí durante toda la noche y el día de hoy para reclamar la dimisión de Yeltsin.
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