Insectos acorazados

Pueden ser grandes o pequeños. Verdes fosforescentes, negros o azulados. Con cuernos, con mandíbulas, con alas o con las tres cosas a la vez. Se encuentran en los desiertos, en los bosques tropicales y en las tundras heladas. Y además tienen una dilatada historia de más de 200 millones de años.

Son los escarabajos, esos curiosos insectos con apariencia de tanque acorazado que todos hemos visto alguna vez en el campo, y que se caracterizan por tener un primer par de alas, o élitros, muy endurecidos que les sirven de estuche protector, de los que actualmente se conocen más de 35.000 especies.Su gran capacidad de adaptación siempre ha fascinado a naturalistas y científicos, que han constatado la existencia de estos coleópteros en casi todos los ecosistemas del mundo. Por su abundancia y diversidad de hábitos de alimentación tienen gran importancia en los ciclos agrícolas, ganaderos y forestales, y han sido tornados como modelo para la elaboración de teorías biogenéticas y, como indicadores del deteriore, de los ecosistemas.

La exposición que acaba de abrirse en el Museo de Ciencias Naturales de Madrid, bajo el título Escarabajos: 200 millones de años de evolución, presenta 588 ejemplares naturalizados, que representan a 126 especies y proceden de 28 países. La muestra, que permanecerá hasta noviembre, incluye modelos a gran escala y dioramas que recrean diferentes escenarios en los que habitan estos coleópteros. Procede de México donde fue visitada por cinco millones de personas.

Potencial genético

En opinión de Miguel Ángel Morón, entomólogo del Instituto de Ecología de Xapala (México) y uno de los responsables de la muestra, "los escarabajos representan uno de los mayores retos para los investigadores, ya que su potencial genético es uno de los más activos, con capacidad de producción de formas y colores que no se encuentran en ninguna otra especie animal".El suelo, los depósitos de estiércol, los troncos o las flores son hábitats comunes de este tipo de insectos, pudiéndose encontrar en cada uno de ellos escarabajos con una función ecológica particular. En un tronco caído, por ejemplo, los coleópteros que allí viven no ocupan la misma parte del árbol, sino que unos se establecerán en las partes húmedas cercanas al suelo, otros se situarán debajo de la corteza y otros vivirán en la parte interna.

En Cuanto al tamaño, y sin contar la longitud de las patas, los escarabajos pueden medir desde los dos milímetros de los diminutos escarabajos del estiércol hasta los 180 milímetros que llegan a alcanzar algunas especies, como los Megasomas elephas o los Goliath. Estos últimos ostentan, con sus 50 gramos de peso, el récord mundial entre todos los insectos.

La extraordinaria fuerza que poseen estos insectos se debe principalmente a sus músculos, pequeños e incansables, pero con gran cantidad de azúcares y oxígeno, y su especial esqueleto interno, formado por quinina y esclerotina, muy elástico y ligero a la vez que resistente, que les permite arrastrar un peso 100 veces mayor que su cuerpo y cargar con 80 veces su propio peso, llegando a ejercer una fuerza de cinco kilos por centímetro cuadrado.