El líder del partido 'ultra' de Suráfrica, detenido por la muerte de Hani
La policía surafricana detuvo ayer a Clive Derby-Lewis, líder del ultraderechista Partido Conservador, por el asesinato del dirigente comunista negro Chris Hani, abatido a tiros en la puerta de su casa hace una semana. El arresto de Derby-Lewis coincidió con una gigantesca manifestación -25.000 personas- que llegadas desde varios puntos de Suráfrica, recorrieron ayer las calles de Johanesburgo para protestar por el crimen.
La marcha, convocada por el Congreso Nacional Africano (ANC), que lidera Nelson Mandela, reunió a menos personas de las previstas.
El ministro de Justicia e Interior surafricano, Hernus Kriel, aseguró que Derby-Lewis, de 57 años, antiguo parlamentario, fue arrestado ayer después de que la policía interrogase a Janusz Wallus, un emigrante polaco, que era hasta el momento el principal sospechoso. Wallus es miembro desde 1986 del grupo paramilitar Movimiento de Resistencia Afrikáner, pero un portavoz de este grupo indicó que el polaco pudo actuar solo.
El líder ultraderechista y su esposa, Gaye, son los dos únicos miembros de la cúpula del Partido Conservador -la oposición en el Parlamento- que hablan inglés. Un portavoz de esta formación, que se ha incorporado al sistema multipartidista el pasado mes de marzo, no hizo declaraciones. "Un hombre es inocente hasta que no se demuestre su culpabilidad", fueron sus únicas afirmaciones.
Anoche, la policía se llevó en un coche patrulla al líder ultraderechista de su casa de Johanesburgo. Los agentes aseguraron que el sospechoso comparecerá ante un tribunal mañana mismo.
Fuentes del Congreso Nacional Africano (ANC) reaccionaron diciendo que el arresto de Derby-Lewis puede ser el primer paso para neutralizar una conspiración contra el sistema democrático. Un portavoz del partido que dirige Nelson Mandela animó a la policía a investigar cualquier pista que pueda esclarecer el asesinato de Hani.
Sangre en Pretoria
La manifestación en la capital surafricana en protesta por la muerte del líder negro transcurrió en calma, aunque algunos grupos incontrolados rompieron escaparates y asaltaron tiendas. El servicio de orden, compuesto por 1.500 militantes del ANC, entregó a varios de los asaltantes a la policía. Las fuerzas de seguridad desplegadas en la ciudad temían que al final de la jornada la situación se les fuera de las manos.En Pretoria se celebró otra manifestación similar, que reunió a 4.000 personas. Los incidentes más graves se produjeron en la ciudad de Vanderbijlpark, a 50 kilómetros de Johanesburgo, donde dos hombres de raza negra resultaron muertos cuando un blanco, que vestía el uniforme del grupo paramilitar Movimiento de Resistencia Afrikáner, abrió fuego contra una manifestación. El agresor fue detenido después por la policía.
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