Rocard retrasa la refundación del PS ante el acoso de los 'barones' del partido

Michel Rocard, primer secretario del Partido Socialista francés (PS), dió ayer un paso atrás en su proyecto de refundación del PS. Ante la doble presión de los elefantes -la vieja guardia que agrupa a Mauroy, Lang o Fabius- y de los quadras -los cuarentones que se apoyan en Mitterrand y Delors-, Rocard se ha visto obligado a "prolongar el periodo de debates en los llamados Estados Generales".Las reuniones que deberán servir para cambiar de nombre, la mecánica de funcionamiento y la dirección, así como para redefinir los objetivos estratégicos del PS, tenían que celebrarse, según las primeras previsiones de los rocardianos, en julio. Ahora, debido a esa presión conjunta que amenaza con dejar en cuadro el PS, los Estados Generales tendrán una segunda fase en octubre. Elefantes y quadras buscan así colocar sus candidaturas a la presidencia y evitar que Rocard consolide la suya.

Los ex ministros Ségolene Royal, Elisabeth Guigou, Martine Aubry y Dominique Strauss-Kahn, así como François Hollande, identificados como quadras, -"estamos hartos de que nos llamen así", dicen- presentaron ayer un nuevo movimiento bautizado como Combate por una esperanza en la izquierda. Se trata de una corriente política más en el seno del PS cuya principal característica es intentar, desmarcarse de quienes fueron los cabezas visibles hasta ahora del PS. Es la generación -de recambio que, consciente de que carece de un líder propio, se refugia en la presidencia de la república y, sobre todo, en Jacques Delors. Una reciente encuesta mostró que el 63% de la población considera al presidente de la Comisión Europea mejor candidato que Michel Rocard.

Esperando a Delors

Los quadras, que propiciaron la defenestración de Laurent Fabius al forzar la ruptura entre éste y Rocard, buscan ahora la forma de mantener aislado al propio Rocard mientras le preparan el terreno a Delors. Sin embargo, para el ex presidente de la Asamblea Nacional, Henri Emmanuelli, la operación tiene un inconveniente: "Mucha gente habla en nombre de Delors, pero él sigue sin decir nada".

Para Emmanuelli, que también está entre quienes facilitaron con su voto el acceso de Rocard a la secretaría general, es importante recordar que "no hemos instalado un presidenciable al frente del Partido, sino de una dirección provisional". Emmanuelli constata - que ya nadie reclama la apertura al centro, y considera un "error obsesionarse por los votos de categorías sociales que nos son naturalmente hostiles. El socialismo debe estar entre los implicados en el proceso de producción y entre los que quedan marginados."