El mercante hundido en Asturias atrapó en su interior a parte de la tripulación
El buque indio Vishva Mohini, hundido el lunes a unos 90 kilómetros de la costa asturiana, se encuentra a 4.000 metros de profundidad con los cadáveres de parte de su tripulación atrapados en su interior. La empresa armadora ha confirmado que en el buque viajaban la mujer de¡ jefe de máquinas y una hija de ocho años, pero algunos supervivientes del naufragio hablan de la presencia de otras personas a bordo. "No quedan posibilidades de encontrar más supervivientes. Ahora buscamos cadáveres", señaló ayer uno de los coordinadores de las tareas de rescate".
Hoy se retirarán de la zona parte de los efectivos de salvamento desplazados al lugar. Hasta el momento se han rescatado 12 cadáveres y se dan por desaparecidas al menos 21 personas. Los supervivientes son 15. Miembros de la tripulación del buque siniestrado han responsabilizado al capitán del siniestro por la tardanza en ordenar el desalojo del buque. Otros, en cambio, disculpan su proceder, convencidos de que parecía posible llegar a puerto por los propios medios.El buque se hundió a unos 90 kilómetros del puerto de El Musel, en Gijón. Hasta ese momento, había navegado 13 horas con una brecha de un metro cuadrado en el casco, producida por el corrimiento de una pieza metálica de 55 toneladas de peso, con tres bodegas anegadas de agua y la proa semihundida.
Algunos tripulantes reclamaron al capitán que solicitara auxilio para el rescate de la tripulación. Un portavoz del Centro Nacional de Coordinación de Salvamento (CNCS) aseguró ayer que en la grabación magnetofónica dé las conversaciones que se mantuvieron a lo largo de la tarde del lunes con el buque se constata el rechazo sistemático del capitán del barco al envío de los cuatro helicópteros que habían sido alertados para proceder a la evacuación del personal que se encontraba a bordo del mercante.
El tercer oficial de cubierta del Vishva Mohini declaró que "no dio tiempo a destrincar y arriar los botes salvavidas". Varios supervivientes aseguran haber pasado mucho frío y miedo mientras permanecían en el agua a la espera de ser rescatados y que la tripulación rezó cuando se percató del hundimiento inminente del buque.
Parece confirmarse que "tripulación detectó el orificio en el casco y la vía de agua no al mediodía del lunes, como se había dicho hasta ahora, sino a las seis de la mañana de ese día, y que el capitán demoró hasta las 12.30 la difusión del primer mensaje al Centro Nacional de Coordinación de Salvamento, dando cuenta de la emergencia. Posteriormente, se negó a la evacuación y sólo ordenó el desalojo 15 minutos antes del hundimiento, ya inevitable, del barco, que se produjo a las 19. 10 horas.
El capitán del buque, Parshuram Kishore Thakur, figura entre los tripulantes que permanecen atrapados en el interior del barco, a 4.000 metros de profundidad.
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