La familia real hace turismo en Lanzarote en sus días de descanso

La familia real descansa estos días en Lanzarote tras las jornadas de tensión sufridas durante la enfermedad y muerte de don Juan de Borbón. Con unas discretas medidas de seguridad, los Reyes, el príncipe Felipe y las infantas, acompañados por la madre del Rey, doña María de las Mercedes, hacen vida familiar y aprovechan para practicar deportes y hacer excursiones por la isla.

Estaba previsto que la familia real utilizara estos días el yate Fortuna, cuya llegada a la isla se esperaba para la tarde de ayer. Sin embargo, don Juan Carlos decidió cancelar el desplazamiento del yate.Don Juan Carlos y doña Sofía, acompañados de la viuda del conde de Barcelona y otros miembros de su familia, visitaron ayer tarde las Montañas de Fuego, zona volcánica situada en el parque nacional de Timanfaya, donde posaron para los reporteros gráficos que cubren su estancia en la isla.

Los Reyes y sus familiares se trasladaron posteriormente al exterior del restaurante El Diablo, en el islote de Hilario, donde contemplaron los chorros de vapor a presión que emanan del interior de la tierra y la quema de aulagas, fenómenos que se producen por el calor que existe bajo la superficie de esta zona volcánica.

El Rey, como suele hacer en vacaciones, conduce personalmente su furgoneta, seguido por un grupo de periodistas y una discreta escolta, para contemplar el paisaje volcánico de Lanzarote. El monarca ya ha visitado la capital, Arrecife, y algunas localidades isleñas, como San Bartolomé, Mozaga, Tiagua y Soo.