La policía cree que la organización terrorista ha quedado reducida a seis o siete activistas
Las fuerzas de los GRAPO han quedado muy mermadas tras la captura de tres de sus principales militantes en Santander y la muerte de otros tres en Zaragoza. La organización ha quedado así reducida a no más de seis o siete activistas, encabezados por Fernando Silva Sande, según fuentes policiales. Pero los grapos cuentan en la actualidad con algo de lo que carecieron durante años: grandes sumas de dinero obtenidas mediante atracos a bancos y asaltos a furgones blindados. En los últimos cuatro años han obtenido alrededor de 300 millones para sufragar sus actividades y mantener a sus presos.
Fernando Silva Sande, que se fugó de la prisión de Granada el 31 de marzo de 1992, es el activista más destacado de los GRAPO. A sus órdenes se hallan Ramón Teijelo, Valentín Benito Migo y Enrique Cuadra Echeandía, además de otros dos o tres que aún no están identificados por la policía, posiblemente por tratarse de militantes recientemente trasvasados al comando armado desde alguno de los grupos afines (PCEr, Organización de Estudiantes Antifascistas, Pueblo y Cultura y Unión de Juventudes Antifascistas). El Ministerio del Interior no conoce hasta ahora la identidad del individuo que fabrica los artefactos explosivos que la banda utiliza en sus atentados. Durante muchos años, el encargado de esta misión era un ingeniero de telecomunicaciones que actualmente está recluido y gravemente enfermo.Las bombas de los GRAPO están compuestas generalmente por cloratita, producto químico de fácil obtención, y son activadas mediante temporizador. Así eran los tres artefactos que el grupo terrorista hizo estallar el 3 de marzo en la sede de la CEOE, la delegación de Trabajo y las oficinas de la Corporación de la Sidertugia Integral, en Madrid, que no causaron víctimas.
Fuentes de la lucha antiterrorista creen que en la actualidad hay un sólo comando de los GRAPO, que habitualmente se subdivide en dos grupos. El pasado miércoles, uno de estos grupos participó, a las órdenes de Fernando Silva.
Dos grupos, un 'comando'
"Los grapos actúan ahora en forma de un único comando, abandonando su antigua técnica de disponer de varios comandos que no tenían entre sí ningún contacto, evitando así que la caída de uno de ellos conllevara la detención del resto", según fuentes de Interior.
Fernando Silva es el máximo responsable del comando y quien coordina las acciones de los dos grupos que lo integran. Por encima de él, el histórico Manuel Pérez, el camarada Arenas, sigue siendo el indiscutible secretario general del PCEr-GRAPO, que desde su escondite de Francia dirige ideológicamente la marcha del conglomerado terrorista.
Durante horas se sospechó que el tercer grapo fallecido en Zaragoza era Fernando Silva. Pero la policía da por "prácticamente seguro" que no se trata de él porque entre los restos del cadáver se halló un carné de identidad falsificado, con una fotografía que no corresponde a este dirigente. Los investigadores creen que podría tratarse de un militante legal (no fichado), que se habría incorporado recientemente al comando.
Fuentes de la lucha antiterrorista suponen que entre los miembros del grupo hay uno o dos que se han integrado en él durante el último año. Uno de éstos puede ser el que el 30 de abril de 1992 colocó un artefacto explosivo en la sede del Instituto Nacional de Industria en Madrid. Este activista, que "vestía una gabardina blanca", sigue sin ser identificado.
Laureano Ortega Ortega fue el máximo responsable del aparato militar de los GRAPO, antes que Silva Sande. Éste se tuvo que hacer cargo de esta misión cuando Ortega fue detenido por la Guardia Civil el pasado mes de diciembre, cuando intentaba atracar un furgón blindado en unión de sus compañeros Encarnación León Lara y Elvira Diéguez Silveira.
Laureano Ortega, junto con Juan Carlos Alegret y Gloria Vázquez, protagonizó en Zaragoza un intento de atraco el 22 de julio de 1991 contra un furgón blindado de Prosegur.
Los sucesivos tropiezos sufridos por los GRAPO durante los últimos años han obligado a la organización a restringir sus actividades terroristas a Madrid, Barcelona, Zaragoza y la comisa cantábrica. La presencia de la fallecida Isabel Santamaría ya fue descubierta en Zaragoza en el mes de septiembre de 1991, tras el descubrimiento de un pisofranco alquilado por ella en la calle del Tenor Fleta bajo la identidad falsa de Mercedes Méndez.
A Santamaría, en unión de otros correligionarios, se le atribuye el intento de robo de un furgón blindado de Prosegur, que transportaba 90 millones de pesetas, el 3 de agosto del año pasado en León. Uno de los terroristas adosó al furgón una bomba de tipo lapa, que causó daños al vehículo.
Ochenta asesinatos
El comando itinerante de los GRAPO es conocido por la policía como el comando Guadiana por su facilidad para desaparecer y resurgir desde que se formó en el año 1987.
Los Grupos de Resistencia Antifascista Primero de Octubre (GRAPO) hicieron su aparición en Madrid en 1975. Desde entonces han asesinado a 80 personas y han causado heridas a otras 85. Durante estos años, han resultado muertos 17 activistas, 13 de ellos en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad del Estado.
En los últimos años, los GRAPO han abandonado los atentados con arma de fuego, sin duda porque esta modalidad entraña para los terroristas mucho mayor riesgo que la colocación de los artefactos explosivos.
Fuentes policiales han indicado que no se ha podido precisar para qué necesitan los grapos tanto dinero como el que están robando, teniendo en cuenta que "estos terroristas son muy austeros y son capaces de subsistir con lo mínimo".
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