EE UU anuncia que en dos semanas sus fuerzas aéreas estarán listas para entrar en acción en Bosnia
La aprobación de la resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, que autoriza el derribo de los aviones que violen la zona de exclusión de vuelo sobre el territorio de Bosnia-Herzegovina, es un paso más en la creciente presión internacional sobre los serbios. El general Colin Powell, jefe del Alto Estado Mayor de Estados Unidos, anunció ayer que en el plazo de dos semanas sus fuerzas aéreas estarán preparadas para iniciar la misión. El dirigente de los serbios de Bosnia, Radovan Karadzic, afirmó ayer que la resolución es "catastrófica" y el "germen" de la Tercera Guerra Mundial.
La resolución impuesta el miércoles por el Consejo de Seguridad, con la abstención de China, tiene más significado político que práctico. Militarmente, la decisión tiene escaso valor ya que, según el recuento de la ONU en los últimos cinco meses, tan sólo un avión ha atravesado el espacio aéreo restringido.La primera medida militar que decide la ONU desde el inicio del conflicto ha sido interpretada como una agresión por parte de los responsables políticos serbios. El líder de los serbios de Bosnia, Radovan Karadzic, ha declarado que la amenaza de derribar los aviones endurecerá su rechazo hacia el plan de paz internacional. Karadzic aseguró que "el castigo unilateral a la nación serbia podría tener consecuencias negativas", amenazó con "cancelar la cooperación con aquéllos que actúan tendenciosamente y muestran actitudes antiserbias", y concluyó afirmando que Ias Naciones Unidas han cometido un error catastrófico y, si estalla la Tercera Guerra Mundial, está resolución será su germen".
El Gobierno de Belgrado desaprobó también la resolución, que calificó de "error catastrófico", pensada para "implicar a Yugoslavia en la guerra", "doblegar al pueblo serbio en Bosnia" y conducir a "la escalada del conflicto".
Sin embargo, la medida impuesta por el alto organismo ha sido ideada como' una medida de presión para obligar a la facción serbia a firmar el tratado de paz que ponga fin a un año de sangrientos enfrentamientos. El plan de paz internacional, propuesto por los negociadores internacionales Cyrus Vance y David Owen, ya ha sido suscrito por los musulmanes bosnios y los croatas, dos de las tres facciones implicadas en la guerra.
Algunos de los miembros del Consejo de Seguridad, como Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña, consideran que la clave para avanzar en el proceso pacificador es convencer al presidente serbio, Slobodan Milosevic, de que no tiene más alternativa que ceder a los requerimientos de la comunidad internacional.
Las Naciones Unidas preparan para la próxima semana una nueva vuelta de tuerca a su campaña de presiones para forzar a los serbios a aceptar una solución pacífica. El Consejo de Seguridad tiene previsto conceder un plazo de 15 días para que el presidente serbio, Slobodan Milosevic, acepte el plan de los negociadores internacionales. En caso de que los serbios sigan resistiéndose, el organismo de la comunidad internacional de naciones reforzaría las medidas del embargo económico hasta aislar a Serbia y a Montenegro de sus suministradores de comida y combustible.
Mientras el plan de paz sigue atravesando los túneles políticos de la ONU, uno de sus creadores, el ex secretario de Estado norteamericano, Cyrus Vance ha anunciado que dejará su puesto próximamente. El ministro de Asuntos Exteriores noruego, Thorvald Stoltenberg, ha sido propuesto para sustituir al negociador norteamericano de 76 años.
Frágil alto el fuego
La nueva presión internacional contra las autoridades serbias en Bosnia precede a la reunión del autoproclamado Parlamento serbio en esa república, convocado para hoy en Bileca (Herzegovina oriental) para determinar la postura de la delegación serbia respecto a la aprobación o rechazo del plan de paz para Bosnia. Vitafi Churkin, viceministro de Exteriores ruso, asistirá a la reunión para intentar convencer a los diputados de que autoricen la firma del plan de paz. Churkin pidió a Karadzic que acepte el mapa de la división de Bosnia en diez provincias y después negocie su corrección. "La situación en Bosnia es dificil, pero no desesperada", manifestó el enviado especial de Borís Yeltsin, tras reunirse con el presidente yugoslavo, Dobrica Cosic.
Sin embargo, la situación en Bosnia-Herzegovina empeoró tras tres días- de frágil tregua. Tanto fuentes serbias como musulmanas coinciden en que hubo violaciones del alto el fuego en diferentes frentes. Una veintena de proyectiles alcanzaron ayer el barrio de Dobrinja, en la capital bosnia. El Centro de Seguridad de Sarajevo informó, poco antes, que 42 personas han muerto en la ciudad durante las últimas 24 horas, pero no especificó cómo ni dónde.
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