Desatino

Cuando los visitantes ocasionales de Galicia y Asturias vuelvan en sus vacaciones a cruzar el puente de los Santos y miren hacia la ría de Eo, se toparán con un inmenso relleno que le roba 800 metros líneales, con 23.000 metros cuadrados ocupados por edificios portuarios, destrozando para siempre la bellísima perspectiva de Porcillán y Cabanela.Como no es difícil imaginar que tamaño desatino haya sido cometido contando con la pasividad de los vecinos de la ría, escribo esta carta para aclarar que hay un grupo numeroso de ribereños que está oponiendo toda la resistencia de la que es capaz a que siga la obra. Ésta carece del obligatorio estudio de impacto ambiental (según las directivas de la Comunidad Europea, España y Xunta de Galicia) y ha sido puesta en cuestión por el prestigioso catedrático de Geología Isidoro Asensio Amor, quien afirma que sus consecuencias serán nefastas para el definitivo aterramiento de la ría, que corre, de este modo, el riesgo de desaparecer.

Los autores del proyecto, los técnicos de la Xunta de Galicia, que reconocen no saber aún las consecuencias de la obra, no responden al único que, con voz autorizada, se ha pronunciado al respecto. Su silencio cuenta con la cobertura política de quienes mantienen la discutible teoría de que progreso es igual a hormigón.

Las consecuencias de la obra son ya evidentes: estrechamiento de la ría, crecimiento de los bancos de arena, modificación de las corrientes con grave riesgo para la navegación deportiva, sedimentación de Iodos, amenaza de extinción de los cultivos marinos con los más de 40 puestos de trabajo que éstos aportan, y tremendo impacto visual.-