El Senado estadounidense aprueba el plan de reactivación propuesto por Clinton

El Partido Demócrata impuso ayer su mayoría en el Senado estadounidense para sacar adelante, frente a una feroz resistencia republicana, una parte sustancial del programa de reactivación económica del presidente Bill Clinton, lo que, antes de lo esperado, le da a la Casa Blanca una importante victoria política y la posibilidad de aplicar pronto sus planes de transformación de la economía."El presidente está muy satisfecho al comprobar que el Senado ha pasado su presupuesto en un tiempo récord. Estamos muy felices con lo conseguido, y esperamos que lo que queda sea también muy rápido", dijo ayer, al conocer la votación del Senado, el portavoz de la Casa Blanca, George Stephanopoulos.

El Senado, que dio luz verde a la parte presupuestaria del programa por 54 votos contra 45, introdujo sólo pequeñas modificaciones a las propuestas de la Casa Blanca, pero eso es suficiente para que sea necesario volver ahora a los Representantes y encontrar un acuerdo entre las dos Cámaras antes de la votación definitiva.

Bill Clinton no ha obtenido todavía el respaldo del Senado para su proyecto de 16.000 millones de dólares de inversión pública a corto plazo como estímulo para acelerar el crecimiento económico y crear empleos. Este punto está encontando mayor resistencia por parte de los senadores demócratas conservadores, sobre los que el presidente está tratando de influir directamente.

Una de las partes más difíciles de su programa, sin embargo, ya está conseguido para Clinton que ha sido capaz de evitar las resistencias de algunos senadores conservadores de su propio partido y encontrar la aprobación de la Cámara Alta para un proyecto de presupuesto para el año fiscal de 1994 de 1,5 billones de dólares, incluida una reducción del déficit público de 500.000 millones de dólares en un plazo de cinco años.

El programa de Clinton ha conseguido pasar la barrera del Senado después de rechazar los intentos republicanos de aumentar mucho más los recortes del gasto público, disminuir la reducción de los gastos militares y eliminar todos los aumentos de impuestos sugeridos por la Casa Blanca.