Cuatro directores del Cervantes han dimitido en los últimos meses

Ernesto Martín Peris, director académico del Instituto Cervantes; Enrique Balmaseda, director de cultura; Natalia Rodríguez Salmones, directora de gabinete, y Ezequiel Méndez, director de comunicación, han dimitido en los dos últimos meses de sus cargos en el citado organismo.

Fuentes próximas al instituto atribuyen su marcha al recorte presupuestario de 500 millones de pesetas, a un vacío de poder, y a la primacía de la burocracia sobre las ideas. "Nuestra idea era hacer una multinacional para la difusión del idioma español, pero dada las actuales circunstancias económicas este proyecto se ha quedado en el aire", dijo uno de los directores cesantes que prefirió que no constase su nombre.

El director del Instituto Cervantes, Nicolás Sánchez-Albornoz, afirmó ayer que las cuatro dimisiones no tienen relación entre sí y que se deben "a motivos personales". "Este tipo de relevos son normales en una institución pública como el Cervantes", añadió.

Vencimiento de contrato

Según Nicolas Sánchez-Albornoz, a Martín Peris, que abandonó el Cervantes en enero, le venció el contrato en noviembre y pidió que se le renovara sólo por tres meses ya que tenía que reintegrarse a su trabajo en la Escuela Oficial de Idiomas de Barcelona. Martín Peris, que no pudo ser localizado ayer, diseñó el método docente del Cervantes. Martín Peris ha sido sustituido por José María de Tomás, Rodríguez Salmones por Asunción García y Ezequiel Méndez por Javier de la Puerta. Enrique Balmaseda no ha sido sustituido aún.Fuentes próximas a los directivos cesantes aseguraron que en el Instituto Cervantes mandan "los funcionarios", "se prefiere a la gente disciplinada y obediente y por ello se contrata a mediocridades". Según las mismas fuentes, también se actúa "de cara a la galería, como la inauguración de cinco centros en Marruecos, que en el fondo siguen funcionando como los antiguos centros culturales españoles".