Un cliente apuñala a un taxista que no quiso atravesar una calle oscura
El cliente que se montó el pasado jueves a las nueve de la noche en el taxi de Antonio Alejano González no vestía mal. Tampoco pidió una carrera barata: desde la avenida de la Albufera, en pleno distrito de Vallecas, hasta el pueblo de Vallecas. Pero en el trayecto encontró tiempo y espacio para asestarle una puñalada al taxista. El hierro le atravesó el pulmón y provocó su ingreso en el hospital Gregorio Marañón en estado muy grave. El cliente se empeñó en pasar por una calle oscura, y Alejano, de 48 años de edad, casado y con dos hijos, se negó.
El pasajero solicitó que atravesase otra calle aún más oscura, y tampoco quiso el taxista pasar por allí.Tras una discusión tan breve como violenta, paró el coche en la calle de Puerto de las Pilas, abrió la puerta y solicitó al viajero que se apeara. Éste intentó agarrar al taxista, que lo esquivó, y en un segundo movimiento le atenazó una mano para clavarle con la otra la navaja en el pulmón. El delincuente se asustó, según la familia del taxista, al ver la sangre y huyó sin atracarle siquiera. Algunos testigos indicaron a la policía que el agresor abandonó la zona andando tranquilamente, como si no hubiese pasado nada.
Antonio Alejano pudo llamar por la emisora de radio a su mujer; ella, a la policía, y ésta, a la ambulancia. Ingresó en estado muy grave sobre las nueve y media de la noche en el Gregorio Marañón para ser operado de inmediato. Ayer se encontraba a salvo, con sus familiares y amigos a las puertas de la habitación.
La mujer del taxista indicó que su marido no disponía de mampara protectora en el coche. "Pero lo mismo le habría pasado", añadió, "porque cuando alguien quiere hacer algo, lo hace". "Además", agregó un compañero de Alejandro, "el primer atraco que nos dan a los taxistas es cuando nos intentamos comprar las mamparas, que son carísimas. Eso que habló el Ayuntamiento hace tiempo de que nos las iba a subvencionar no era más que palabrería".
El representante de CC OO en el sector, Juan Sánchez, indicó que sólo cuando concluya el puente se discutirá la posibilidad de emprender algún tipo de movilización. "Aunque nada se arregla con una manifestación. Transportamos a diario medio millón de viajeros y hay que asumir los riesgos intrínsecos de la noche. ¿Por qué sólo son una minoría los compañeros que se han comprado mamparas? Pues porque la inseguridad, a pesar de todo, no es tan preocupante", concluyó Sánchez.
La muerte de un colega
Hace dos meses, otro taxista recibió tres puñaladas cuando intentaban atracarle. No fue un caso aislado. El año pasado se produjeron varios altercados de semejantes características. Pero fue el asesinato, hace 11 meses, del taxista Angel Bueno Manso, de 60 años, lo que provocó el paro de media jornada de sus colegas.Las asociaciones gremiales pidieron la subvención para mamparas. Sin embargo, el Ayuntamiento sólo se comprometió a organizar controles nocturnos sobre los viajeros.
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