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Nuevo ataque al franco mientras la peseta se mantiene estable

La decepción que causó ayer la escasa bajada de tipos en Alemania despertó de nuevo el apetito de los especuladores. Esta vez los ataques se concentraron sobre el franco francés aunque la peseta también tuvo que soportar una cierta presión. La moneda española cayó quince céntimos hasta situarse en las 71,55 pesetas por marco a última hora de la tarde, en una jornada que los operadores calificaron de "apática". "La noticia del Bundesbank ha dejado frío al mercado, que esperaba una señal clara de que los tipos de interés seguirían bajando. La decisión de ayer deja claro que la caída será más paulatina de lo esperado", declaraba un operador del BCH.A pesar de la relativa firmeza de la peseta, algunos especuladores no descartaban que ésta se debiera en parte a la intervención que el Banco de España efectuó inmediatamente después de conocerse la "decepcionante" noticia. Según las mismas fuentes, el banco emisor podía haber actuado "de forma indirecta" cuando la moneda pasó el nivel de 71,50 pesetas por marco. El mercado de deuda, que por la mañana había registrado alzas, retrocedió a los niveles de apertura cuando se desvanecieron las esperanzas de que los tipos bajaran.

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El ministro de Economía y Hacienda, Carlos Solchaga, declaró a la cadena SER, antes de que se conociera la decisión del Bundesbank, que "lo deseable es que los mercados se den cuenta de que aún cuando esta bajada sea un poco pequeña, sigue la senda de la reducción de los tipos de interés y, por tanto, abre el camino", dijo, "para que se vayan consolidando tipos de interés más bajos".

El gobernador del Banco de España, Luis Ángel Rojo, se mostró extremadamente cauto a la hora de considerar nuevas rebajas de tipos de interés. Rojo, que pronunció una conferencia en Alcalá de Henares, afirmó que la próxima bajada del precio del dinero dependía de las condiciones internas de la economía española y de que el Bundesbank reduzca "suficientemente" sus tipos.

El presidente de la Generalitat no desaprovechó la oportunidad y tras conocer la decisión del Bundesbank, pidió al Banco de España que redujera en un punto los tipos de interés.

Mientras que la peseta logró estabilizarse, el franco sufrió fuertes ataques. La divisa francesa rebasó la barrera de los 3,40 francos por marco y llegó a situarse a 3,41, cerca de su límite de depreciación, en el 3,43. La celebración de elecciones generales el domingo y la incógnita sobre si el nuevo Gobierno mantendrá la política del franco fuerte en una economía con tres millones de parados presionan la moneda.

Frente a la situación todavía vulnerable de la peseta y la tensión del franco en el Sistema Monetario Europeo, otros países miembros (Holanda, Bélgica y Dinamarca), del área de influencia del marco, se permitieron bajar entre 0,25 y 0,50 puntos sus tipos de descuento, sin que por ello se vieran afectadas sus monedas. Suiza y Austria, fuera del SME, también recortaron sus tipos.

La reacción de los mercados de valores fue vendedora desde los primeros momentos. París pasó de ganar un 1,44% a perder un 0,19%, mientras que Londres, que subía un 0,22%, perdía un 0,35% al cierre. La Bolsa de Madrid mantuvo durante toda la mañana un ambiente caldeado que situaba al índice general con un avance de un 1,45 puntos en el momento de conocerse la noticia. Tras un amago de subida el papel se adueñó del mercado y el índice al final ganó 1,2 puntos.

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