La cesión del 15% del IRPF se equilibrará para que ninguna autonomía resulte perjudicada

La fórmula de corresponsabilidad fiscal a la que se comprometieron el martes el presidente del Gobierno y el ministro para las Administraciones Públicas durante el primer día de debate del estado de las autonomías ya está diseñada. Hacienda ha iniciado los contactos con los responsables de las comunidades autónomas para explicarles que esa fórmula mantiene el compromiso de ceder un 15% de la recaudación del impuesto sobre la renta (IRPF), pero que además garantiza una total neutralidad financiera para que ninguna autonomía resulte perjudicada o beneficiada por el cambio en el sistema de financiación.

El 15% de cesión del IRPF, un mecanismo de nivelación de ingresos que garantice la más absoluta neutralidad y la posibilidad de establecer recargos adicionales son los tres elementos básicos de la fórmula de corresponsabilidad fiscal que el Gobierno quiere pactar con las comunidades. El secretario de Estado de Hacienda, Antonio Zabalza, avanzó ayer estas tres ideas, pero evitó explicar en qué consistirá exactamente ese mecanismo de nivelación, con el que se pretende garantizar, desde el primer momento, que ninguna autonomía recibirá ni más ni menos dinero público tras la cesión de lo que percibía antes."El principal objetivo de la fórmula de corresponsabilidad que vamos a presentar a las comunidades autónomas es el respeto escrupuloso de la solidaridad, mediante un sistema que sea financiariamente neutro", afirmó ayer Zabalza tras la presentación de un informe sobre esta materia en la sede del Instituto de Estudios Fiscales, responsable de la publicación. Según Zabalza, el nuevo sistema "no es técnicamente complejo" y "ha sido probado con éxito en otros países", como Canadá, Alemania o Australia.

Posibilidad de recargos

Junto a la garantía de neutralidad, la nueva fórmula permite que las autonomías que deseen un mayor volumen de recursos puedan establecer recargos adicionales. El secretario de Estado de Hacienda afirmó que tales recargos serán la única vía por la que una autonomía pueda recibir más fondos con el nuevo sistema de lo que le garantiza el actual.De momento, la nueva fórmula es sólo una propuesta que Hacienda ha empezado a discutir "en reuniones bilaterales" con las comunidades autónomas. Si se produce un grado de consenso apreciable cuando terminen estos contactos, el Gobierno convocará el Consejo de Política Fiscal y Financiera para continuar las discusiones y perfilar los detalles finales de esa fórmula. "En cambio, si se mantienen aún posiciones muy divergentes", Hacienda retiraría la propuesta "para seguir estudiando una fórmula que logre el máximo consenso necesario". Y este grado de consenso, según el responsable de Hacienda, no es otro que "la unanimidad".

El Gobierno cree posible ese "máximo consenso", ya que su oferta responde a peticiones claramente encontradas desde las comunidades autónomas. El motivo es que los defensores de la cesión de impuestos se encuentran con un sistema que asume tanto esa cesión del 15% del IRPF, como la posibilidad de ampliar ese porcentaje o, incluso, incluir otros impuestos. Los detractores, que denunciaron los riesgos de que el 15% favoreciera a las zonas más ricas, se encuentran con un sistema de nivelación que garantizará, "en todo momento", que nadie puede resultar perjudicado o beneficiado con el cambio.

El contribuyente notará el cambio, en el caso de que salga adelante, a la hora de presentar su declaración anual de la renta. Tras la cesión del IRPF, verá reducida la cuota que debe pagar al Estado y a ella se sumará otra, exactamente por la cuantía de la rebaja, para la financiación de su comunidad autónoma. Además, si su comunidad ha optado por imponer un recargo, la cuota autonómica supondrá un recargo y excederá a lo que paguen los ciudadanos de otras comunidades.

Es decir, en principio, la cesión del 15% del IRPF funciona como un recargo uniforme que acuerdan todas las autonomías con el Estado". Ese recargo se ingresa en las autonomías y desaparece de los ingresos del Estado. Después, Hacienda calculará cuál es el cambio de situación de cada autonomía, y nivelará con más transferencias a las que resulten perjudicadas y con recorte de transferencias a las que recauden más con su tramo de impuesto.

Cada comunidad autónoma será "responsable normativo" de esa parte del impuesto, que gestionará, como hasta ahora, la Agencia Tributaría. Esta centralización de la gestión garantiza, según Zabalza, que no se "quiebre el principio de caja única". En cualquier caso, el nuevo sistema permitirá a los responsables autonómicos participar en el funcionamiento y gestión de la Agencia Estatal Tributaría.

El presidente del Grupo Popular del Senado, Alberto Ruiz-Gallardón, rechazó ayer la propuesta anunciada por Zabalza. Aunque reconoció que carecía de información oficial sobre la iniciativa, Ruiz-Gallardón expresó su temor de que el posible recargo autonómico suponga "un aumento de los impuestos en España frente al mecanismo que propone el PP, que consiste en que del actual impuesto, sin aumentar una sola peseta, se ceda un 15% a las comunidades". El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, manifestó ayer a TV-3 que no conocía la fórmula de financiación, pero advirtió: "Da la sensación de que nos quieren colocar ante el hecho consumado de una fórmula que no conocemos".