Doble aniversario

Aniversarios como los que estas dos muestras conmemoran suponen todo un, hito en la, con frecuencia, aún tan frágil memoria de nuestro panorama artístico. Tanto más cuanto que lo hacen desde un terreno específico, el de las ediciones de arte, cuya ascendencia es, entre nosotros, tan noble en creaciones ilustres como escasa. Desde nuestras coordenadas, 20 y 15 años son, por mucho que quiera el tango, algo más que nada, credenciales suficientes como para integrar ya -cada cual según sus méritos y rasgos de identidad- dos leyendas sustanciales. Y ello, lo acabamos de advertir, desde dos, trayectorias de personalidad y contenidos muy distintos.

Desde Valladolid

En una historia que se inicia en Valladolid hace dos décadas y hoy continúa desde su espacio madrileño, la labor desarrollada por Antonio Machón se inscribe en las maneras acuñadas por la tradición más clásica y noble de las ediciones artísticas contemporáneas, tanto en lo que se refiere a las técnicas de estampación de la obra gráfica como a los proyectos que se insertan en el universo de la bibliofilia. En ese sentido, como reclamándose de aquella estirpe que en el pensamiento estético occidental ideó un íntimo nexo analógico entre poesía y pintura, buena parte de sus proyectos ha nacido de propiciar un encuentro entre el pincel y la pluma, en proyectos que han emparejado muchos nombres mayores de nuestra poesía y nuestra plástica contemporáneas. Son ejemplos obligados, en ese sentido, libros como los que nacen de colaboraciones tan fértiles e ilustres como los diálogos establecidos entre la poesía de Jorge Guillén y las estampas de Tápies y Guerrero, o esa sugerente inversión propuesta por el ciclo Marzales, en el que es la palabra de Jabés, Bergamín, Valente o Ullán la que ilustra las imágenes alumbradaspor Sempere, Bonifacio, Saura o José Hernández.Las ediciones de Estampa parten de la tradición precedente para abrirse a un umbral más flexible e irónico en las maneras de concebir el objeto artístico seriado. Reflejo de esa misma voluntad de ruptura y de la distinta actitud mental que implica son los nombres que -a partir de esa figura bisagra que en Luis Gordillo comparten ambas ediciones- definen ahora el tono medio de este nuevo paisaje en el hacer de artistas como Hamilton Finlay, Juan Hidalgo, Gilbert & George, Mitsuo Miura o Pérez Villalta. Formas distintas, y complementarias, de entender la edición artística que han sabido sedimentar entre nosotros tradiciones igualmente fértiles.