Los obreros de Siberia apoyan al presidente

Los obreros de Siberia, donde se encuentra la cuenca carbonífera más importante de Rusia, han aprobado una declaración en apoyo del presidente Borís Yeltsin en la que constatan que "continúa el golpe de Estado paulatino" por parte del Congreso de los Diputados. "Las propuestas del presidente para estabilizar el sistema constitucional han sido rechazadas, lo que confirma el carácter reaccionario del Congreso", dicen los obreros del carbón, y advierten que están dispuestos a comenzar una huelga política.Los obreros siberianos exigen que se adopte "una ley sobre el poder que permita concentrar todo el Ejecutivo en manos del presidente y el Gobierno", que supedite los bancos central y de Comercio Exterior al Gobierno y que delimite claramente las facultades de cada uno. Además, quieren que se fije un nuevo plazo para el referéndum.

"Sólo un poder presidencial fuerte puede salvar en el momento actual a Rusia de la catástrofe económica", opinan los obreros, y señalan que "un retorno a la dictadura de los sóviets significaría la desintegración del país".

El apoyo de los obreros del carbón puede ser muy importante para Yeltsin, pues una huelga en esta zona amenaza con paralizar la industria que aún funciona y dejar sin calefacción a gran parte del territorio ruso. Dos años atrás, los obreros siberianos del carbón desempeñaron un papel importantísimo en el conflicto entre el entonces líder de la URSS, Gorbachov, y Yeltsin, al apoyar a este último con una huelga indefinida.

También los trabajadores del carbón de Vorkutá, en la república de Komi, el extremo norte de la Federación Rusa, han mostrado su apoyo al presidente Yeltsin, con exigencias más radicales que sus colegas siberianos: piden la implantación de la administración presidencial directa y la disolución del Congreso, órgano que definen como "la vergüenza de Rusia".