Críticas de La Moncloa por relegar a un segundo plano la cohesión territorial

La primera crítica al Plan Director de Infraestructuras (PDI) ha llegado desde la Moncloa. Los técnicos del Gabinete de Presidencia, que dirige Roberto Dorado, han elaborado un informe sobre el PDI en el que cuestionan dos puntos claves de su contenido. Uno se refiere a su filosofía y el otro, a su financiación.En el primero advierten la falta de correspondencia entre los fines del plan, orientado a servir de herramienta para cohesionar y ordenar el territorio nacional, y las obras previstas. La Moncloa advierte que la relación de obras redunda en el reforzamiento del desarrollo urbano y deja en un segundo plano la armonización de los espacios socioeconómicos del país. El segundo punto débil es la imprecisión en el detalle de cómo se va a costear el ingente listado de obras a ejecutar.

Para Jordi Grell, director del Instituto Cerdá de Barcelona, el PDI margina dos sectores claves: las telecomunicaciones y el tratamiento de los vertederos industriales incontrolados que tanto abundan por la geografía española. Este tema es una gran deuda pendiente de resolver desde que el plan de vertidos industriales se ha demostrado inoperante. Otros expertos consultados observan que el plan pivota casi exclusivamente sobre el transporte.