Una biografía de Cousteau le acusa de falsear los documentales
La figura del comandante Jacques Cousteau, el hombre más popular de Francia según las últimas encuestas, aparece metamorfoseada en una biografía de reciente publicación. Para Bernard Violet, autor de Cousteau, une biographie, el oceanógrafo un falso científico, un falso ecologista y un pésimo pero ambicioso hombre de negocios.El prestigio de Cousteau proviene, sobre todo, de su labor como divulgador de la oceanografía en televisión. En 1986, los derechos de sus emisiones televisivas se compraron por 200 millones de francos (más de 4.000 millones de pesetas). Según Bernard Violet, muchos de los incidentes protagonizados por el Calypso, el buque de Cousteau, están trucados y son fruto de la puesta en escena. "No es verdad que el submarino quedase atrapado, como tampoco lo es que yo sintiese vértigo y me desmaya se mientras nadaba bajo el agua", explica André Laban, antiguo colaborador de Cousteau que añade que "en Hollywood corrigen los guiones de Cousteau para darles emoción. Son ellos los que exigen la simulación. Si mostrásemos los filmes tal y como los rodamos, serían aburridísimos para el público".
Los animales, víctimas
Los animales son también víctimas de esa necesidad de emoción dramática. "Según el guión, el pulpo que viajaba en el acuario de la popa del Calypso debía saltar por sí solo al mar. Pero los pulpos no acostumbran a tomar ese tipo de decisiones. Para que la película acabase tal y como estaba previsto hubo que inyectarle uan dosis de chlorax de sodio, el equivalente a una granada lacrimógena. ¡Claro que saltó entonces!".El purismo antipublicitario de Cousteau también es cuestionado: "El comandante dice haber rechazado siempre a los patrocinadores y conformarse con los mecenas, pero el material fotográfico Nikon aparece en primer plano en muchos documentales, así como la marca de motores Iveco, también en primer plano como mínimo en 30 ocasiones en las cintas sobre la Amazonia".
Lo cierto es que el navío de Cousteau iba propulsado por dos grandes motores diesel obtenidos gratuitamente y de marca ... ¡Iveco!.
Según Bernard Violet, Cousteau recibe también el 5% de la cifra de negocios de Aqua-lung, número uno mundial en equipamiento para submarinismo.
El irreverente biógrafo arremete también contra las distintas fundaciones Cousteau: "El parque oceánico de París, que ha cerrado sus puertas por quiebra en 1992, estaba más centrado en la figura de Cousteau y su filosofía, que en explicar lo que se ha descubierto en los fondos marinos".
Bernard Violet le reprocha sobre todas las otras cosas que "sea un falso sabio y un falso ecologista, que se presente como un radical defensor del medio ambiente al mismo tiempo que mantiene estrechas relaciones con grupos como Rhone Poulenc o Pechiney, responsables de graves contaminaciones. En las películas, su cara aparece hasta en 60 ocasiones cuando apenas acude tres días al rodaje".
En definitiva, el comandante sería, según Violet, "mucho más un hombre del mundo del espectáculo que un científico".
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