El resurgir neonazi y la crisis económica en Alemania centran la atención en las elecciones de Hesse

El temido resurgir de la extrema derecha (Republikaner) y el previsto desastre de los democristianos (CDU) del canciller Helmut Kohl, junto con la probable subida de Los Verdes y el estancamiento de los socialdemócratas (SPD), convierten las elecciones municipales de mañana en el Estado de Hesse en la única foto-fija de la evolución del sistema político alemán con vistas al maratón electoral del próximo año, que culminará con unos comicios generales que podrían cambiar completamente el mapa político del país.En otras circunstancias, estas elecciones en 33 ciudades y distritos del land de Hesse hubieran carecido de importancia. Esta próspera región de Alemania, que incluye la ciudad de Francfort, el centro financiero del país, es un feudo tradicional del SPD, que gobierna, a menudo en coalición con Los Verdes, en casi todas las grandes ciudades y en 18 de los 21 distritos del Estado. Sin embargo, la grave recesión que sufre Alemania, el desprestigio casi. irreversible del Gobierno presidido por Kohl y los ecos de la ola de violencia neonazi, las han convertido en un implacable termómetro de la actualidad.

Los socialdemócratas no han dudado en centrar su campaña en una especie de voto de confianza sobre la gestión del Gobierno de Bonn. El ministro presidente de Hesse, Hans Eichel, ha calificado el voto del domingo como "un referéndum sobre la catastrófica política económica y social del Gobierno". Pero, según las encuestas, el SPD puede incluso descender por debajo del 44,5% que obtuvo en las últimas elecciones. Quienes suben son Los Verdes.

Para los ecologistas, Hesse es la mejor muestra de que son ya un partido como los demás, capaz de formar parte de un Gobierno de coalición en Bonn tras las elecciones de 1994. "Somos un partido profesional", comentan en la alcaldía de Francfort, donde ejerce de concejal de Cultura el emblemático Daniel Cohn-Bendit. Los Verdes, que se quedaron fuera del Bundestag (Parlamento federal) en las últimas elecciones, superan ahora en todas las encuestas a los liberales (FDP), el tradicional partido bisagra de la política alemana.