_
_
_
_

La empanadilla de Móstoles

Las disputas internas en el gobierno y la oposición convierten el Ayuntamiento en un lío

Los analistas políticos pueden fijar en Móstoles su máxima atención si quieren ejercitar su capacidad de sorpresa. En esta localidad de 200.000 habitantes, al sur de Madrid, se suceden diariamente tirantes disputas y rencillas que afectan a los gobernantes del PSOE, pero también a los concejales de la oposición. La discordia continua origina el escándalo eterno y el deterioro de los representantes políticos, que son capaces de insultarse en el pleno o de amenazarse a escondidas. El Grupo Mixto se convirtió el pasado mandato en la primera fuerza política.

Más información
IU pide elecciones municipales anticipadas

A nadie extraña, por tanto, que se pida la cabeza del portavoz de Izquierda Unida con carteles al estilo del viejo Oeste o que se acuse al presidente de Los Verdes de tener una empresa contaminante, o al alcalde de percibir un sueldo municipal y al mismo tiempo una pensión de invalidez (finalmente renunció al sueldo). En el desenlace del último episodio, incluso el alcalde, el socialista José Baigorri, dimitió de su cargo furtivamente y, pasados cuatro días, el pasado 23 de febrero, volvió a la alcaldía porque, además de los dirigentes regionales del PSOE, se lo pidió su compañera sentimental, que casualmente se llama Encarna (como la locutora parodiada por Martes y Trece, coincidencia que ha generado algunas bromas) y es profesora de un colegio de Móstoles.

Disolución del comité

Por si fuera poco, la Federación Socialista Madrileña (FSM) disolverá el comité local de Móstoles, tras la dimisión de 10 de sus 20 miembros, entre ellos el alcalde, informa Efe.Los partidos políticos en Móstoles están resquebrajados como consecuencia de las luchas, internas y externas, que enfrentan a sus militantes y dirigentes. El PSOE, que gobierna el Ayuntamiento con 11 concejales, más que dividido está cuarteado. Uno de los sectores minoritarios está encabezado por José Luis Gallego,. edil de Urbanismo, que ha logrado incluso que se tambalee el propio alcalde de la localidad. Esta rama de militantes socialistas ha aprovechado al máximo la denuncia de Los Verdes, quienes revelaron que el alcalde percibía a la vez un sueldo y una pensión. La batalla personal entre los socialistas provocó recientemente la muerte y resurrección política del alcalde, que volvió al Ayuntamiento castigando al sector galleguista por causarle las heridas que tuvo que sanear el presidente de la FSM, José Acosta.

El PP, segunda fuerza política, está también fraccionado. Tres de sus 10 concejales se han fugado al Grupo Mixto por graves disensiones. Las desgracias continuaron el lunes pasado, cuando el conce al popular

Vicente García Presa sufrió una angina de pecho durante un pleno municipal.

En Izquierda Unida el consejo político acaba de expulsar a dos concejales por felonía ("traidores y cobardes"). Días más tarde, las calles de Móstoles amanecieron empapeladas con folletos anónimos donde se pedía la búsqueda, vivo o muerto, de Salvador Torrecilla, acusado de traidor y de pactar con el PSOE. En la última semana, otros políticos han estado en el ojo del huracán, como el presidente de Los Verdes de Móstoles, Félix Aparicio, que ha sido acusado por el CDS de poseer una fábrica contaminante. Él lo niega.Con este panorama tan desolador, muchos vecinos responden con frivolidad que Móstoles es un circo con muchas fieras."Móstoles ha caído en desgracia hace 15 años y no hay político que lo arregle", señaló Luciano Viña, abogado.En cambio, los representantes de entidades vecinales y otros colectivos de Móstoles se muestran mucho más preocupados por los enfrentamientos. Ana María Rodríguez, presidenta de las asociaciones de padres de alumnos, cree que los políticos, con sus disputas, se olvidan de los problemas del pueblo, que está sucio, triste y sin participación activa de los vecinos.José Blas Ramón, director del canal de televisión clausurado hace unos meses por el alcalde Baigorri -después de haber enviado a través de sus programas el mensaje de Navidad-, piensa que Móstoles ha sido y será una república independiente. "Aquí todos actúan de forma personalista por instinto de poder. También tenemos una herencia histórica que nos marca, ya que el primer alcalde de Móstoles, Andrés Torrejón, declaró por su cuenta la guerra a los franceses".

Manuel Sánchez, presidente de los vecinos del barrio de la Princesa, considera que todo es una vergüenza en la que los peor parados son los vecinos, que están olvidados. Pablo de Santa Catalina, representante de CC OO, se muestra más autocrítico y considera que la culpa la tienen los vecinos, que deberían reaccionar ante estos lamentables hechos.

Para los políticos, la explicación es totalmente diferente: "En Móstoles, además de haber discrepancias, también hay tortas". Con esta frase, José Luis Gallego -que acaba de ser destituido como portavoz del PSOE- justifica la inestabilidad que rodea a la corporación desde hace años. José Baigorri, alcalde de Móstoles, miembro del sector acostista de la FSM (opuesto al que encabeza Joaquín Leguina, presidente de la Comunidad de Madrid), no se habla con Gallego ni con otros concejales. Y asegura que es verdad que existe una guerra en el seno de PSOE municipal. José Luis Gallego proclama: "Hay muchas maldades que estoy dispuesto a revelar. Esto es un polvorín".

Salvador Torrecilla, portavoz de IU hasta el momento, piensa que la raíz de los problemas se halla en la enorme distancia que existe entre los políticos y la gente, que llegó a Móstoles en aluvión. Para el portavoz de la coalición, muchas de estas personas no sienten Móstoles como su ciudad, ya que piensan abandonar tarde o temprano esta localidad dormitorio. Según sus palabras, el actual alcalde, José Baigorri, fue elegido candidato a la alcaldía por el PSOE gracias a los votos de un centenar de sordomudos que se afiliaron al PSOE durante la época en que el regidor fue concejal de Bienestar Social, etapa en la que se volcó con ese colectivo, que durante el proceso previo a las elecciones tuvo el peso suficiente como para definir el cabeza de lista.

El deterioro de los partidos en Móstoles y el bajo nivel de los políticos se debe, según Ángel Álvarez, único concejal del CDS, a que se ha empobrecido el número de personas en torno a las cuales se articula la demanda social en Móstoles. Para este edil, los vecinos no han participado nunca en el desarrollo de la ciudad y sólo han sido reivindicativos cuando hace años había problemas muy elementales.

Para Esteban Parro, del PP, las trifulcas son la consecuencia de un Gobierno en minoría del PSOE, que tiene 11 concejales frente a los siete del PP, tres del Grupo Mixto, cinco de IU y uno del CDS.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_