Yeltsin advierte que Rusia puede romperse y enzarzarse en una guerra de 100 años
El presidente ruso, Borís Yeltsin, advirtió ayer que Rusia. puede desmembrarse y verse envuelta en una guerra de 100 años si el Congreso de los Diputados no acepta el acuerdo que propone. Al mismo tiempo, el generalato pidió a Yeltsin que tome medidas resueltas para poner fin a la crisis política, mientras el ministro de Defensa, Pável Grachov, desmintió que la presencia en Moscú de los altos ofíciales signifique la preparación de un golpe de Estado.
"Si el Congreso no aprueba las variantes que el presidente propone para llegar a un acuerdo, Rusia se dividirá en 50 o 60 principados. Y esto significará guerras para los próximos cien años", dijo Yeltsin en la reunión que mantuvo ayer en el Kremlin con representantes de las organizaciones femeninas de Rusia con motivo del próximo Día Internacional de la Mujer.Yeltsin, sin embargo, se mostró convencido de que "incluso los diputados más conservadores no correrán semejante riesgo". "Tenemos que hacer las paces", dijo al subrayar que con las consultas que está realizando con diferentes fuerzas políticas trata de evitar que se produzca una "explosión en la sociedad rusa".
El canciller alemán, Helmut Kohl, se entrevistó ayer brevemente con Yeltsin, al hacer una rápida escala en Moscú en su regreso de Corea a Bonn, y le manifestó su "apoyo al reforzamiento de la democracia y el desarrollo de la economía de mercado".
El presidente ruso también se entrevistó con el generalato, inmediatamente después de la reunión del Consejo de Seguridad, consagrada a la doctrina militar y política exterior de Rusia. Los altos oficiales pidieron a Yeltsin que tome "medidas decisivas" para terminar con la crisis política, según el vespertino Izvestia.
Si la información de Izvestia es correcta podría significar un serio cambio en la actitud de los militares, quienes, hasta ahora, se han negado a inmiscuirse en la política interior. Así lo ha declarado en numerosas oportunidades el ministro de Defensa, Pável Grachov, quien anteayer señaló que las Fuerzas Armadas "son la única garantía de la estabilidad del país" y que la dirección del Ejército "no permitirá que las convicciones políticas dividan a los colectivos militares".
Golpe de Estado
Grachov, tras la reunión de Yeltsin con los generales, convocó urgentemente una conferencia de prensa para desmentir que la presencia de los comandantes de distritos militares en Moscú signifique que se está fraguando un golpe de Estado.La exigencia de tomar "medidas decisivas", hecha por los generales, es un elemento más de presión sobre el Congreso, que debe reunirse la semana próxima. Últimamente, Yeltsin ha estado conjugando veladas amenazas de dar un golpe con promesas de buscar el consenso. Anteayer dijo claramente que estaba dispuesto a ignorar la Constitución si los diputados no aceptaban su propuesta de compromiso. Pero incluso si los generales se muestran dispuestos a apoyar a Yeltsin en la eventual imposición del estado de emergencia, no es seguro que los soldados y los oficiales obedezcan la orden de salvar a un régimen que les ha traído pobreza y humillación.
Yeltsin pidió ayer al ministro de Exteriores, Andréi Kózirev, que pospusiera su viaje a Irán, Pakistán y varios países centroasiáticos de la ex-URSS hasta después de la reunión del Congreso de los Diputados. Algunos observadores opinan que quizá sea señal de que el presidente podría sacrificar a Kózirev como concesión a los conservadores. La mayoría de los diputados quiere destituir a Kózirev, al que consideran demasiado prooccidental.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.