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Entrevista:GUERRA EN LOS BALCANES

"El embargo juega a favor de la guerra"

Miguel Ángel Villena

ENVIADO ESPECIAL Bulatovic pasó de ser un simple profesor de Economía de la Universidad de Podgorica, antigua Titogrado, a convertirse en el presidente de esta pequeña república, aliada de Serbia, tras las elecciones de diciembre. Al frente de la candidatura neocomunista del Partido Democrático de los Socialistas, Bulatovic obtuvo 46 diputados sobre un total de 85 escaños del nuevo Parlamento montenegrino.

Con fama de retórico y demagogo, Bulatovic se mueve entre la necesaria obediencia a la Serbia de Slobodan Milosevic y las crecientes protestas de la población contra los efectos del embargo internacional y contra la actitud sumisa a los dictados de Belgrado.

"Es falso que el Ejército yugoslavo apoye con armas o con tropas a los serbios que combaten en Bosnia-Herzegovina", comenta el presidente de Montenegro. "Hay que tener en cuenta que Bbsnia ocupaba un papel muy destacado en la estrategia militar en la época de Tito, preocupada por una eventual agresión exterior".

Zona ideal para la defensa

"Esta región reunía las condiciones, por su situación en el centro de la antigua Yugoslavia y por su geografia montañosa e intrincada, para convertirse en la zona ideal para la defensa del país", sigue Bulatovic. "De este modo, los cuarteles más importantes, los almacenes de armas mejor abastecidos y la mayoría de las tropas se hallaban en Bosnia. Sirva como ejemplo que la fábrica de armas más grande de la antigua Yugoslavia se encontraba en esa república. Por todo ello, cuando estalló la guerra, todas las partes en conflicto tenían abundante armamento a su alcance. Esto explica la crueldad de los terribles delitos que se han conietido en esta guerra".

Bulatovic declina ofrecer una cifra del número de voluntarios serbios y montenegrinos en la contienda bélica de Bosnia, pero indica que, en cualquier caso, es mucho menor que la manejada por la prensa occidental. Como pretendida prueba de la sinceridad de sus manifestaciones, el presidente montenegrino afirma: "En la conferencia de Londres sobre la paz en Yugoslavia ofrecimos a la ONU y a la Comunidad Europea que enviaran delegados para vigilar la frontera entre Yugoslavia y Bosnia. Pero la propuesta fue rechazada por la falta de presupuesto de las Naciones Unidas para esta misión. Si hubiéramos tenido algo que ocultar, no habríamos ofrecido este tipo de control".

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"Esta situación", señala reririéndose a la guerra de Bosnia, "favorece a los fuerzas radicales que optan por la guerra y no por la paz. En el mapa político de Yugoslavia se observa una expansión de los partidos extremistas como el de VojisIav Seselj, porque las sanciones económicas crean las condiciones para una fascistización y no para el desarrollo de la democracia".

A pesar de la escalada bélica, este hierático y joven presidente se muestra optimista sobre la posibilidad de una pronta solución diplomática a la guerra en Bosnia. En un ejercicio que muchos podrían calificar de alarde de cinismo, Bulatovic se muestra preocupado por el futuro de los musulmanes de Bosnia. "Tengo miedo de que los musulmanes se conviertan en las mayores víctimas. No obstante, el conflicto se desencadenó cuando Alia Izetbegovic [presidente de Bosnia] quiso formar un Estado unitario y pretendió que el 44% de los musulmanes dominaran a los serbios y a los croatas"

Según el presidente montenegrino, en el momento de la disgregación de la antigua Yugoslavia, se ofreció a Bosnia que participara como socio, con igualdad de derechos, en la nueva federación. "Si Bosnia formara hoy parte de Yugoslavia los musulmanes podrían vivir aquí sin problemas y se hubieran convertido en la segunda comunidad en importancia por el número de habitantes. Éste fue el mayor error de Izetbegovic y de su partido".

El plan de la ONU

Para Bulatovic, el proyecto de los copresidentes de la conferencia de paz de Ginebra, Cyrus Vance y David Owen, resulta factible. Después de subrayar que el plan precisará de una notable aportación económica y de soldados por parte de la ONU, el líder de Montenegro añade que se trata de la mejor propuesta que se podía imaginar para el futuro de Bosnia. "Occidente debe entender", matiza, "que la influencia de Yugoslavia sobre los serbios de Bosnia es muy limitada y que incluso nuestro país se esfuerza por aceptar soluciones que no son convenientes para esta comunidad, que puede sentirse además traicionada".

Con duras críticas hacia Occidente, Bulatovic insiste en que los conflictos en los Balcanes se han originado siempre por los intereses de países extranjeros. "No podemos influir sobre la actitud de las grandes potencias, sólo podemos orientar nuestra vida política en la línea de disminuir las tensiones regionales". Preocupado por la imparable crisis económica que padece su pequeño país de poco más de 600.000 habitantes, Bulatovic reconoce: "No existe modo alguno de combatir los efectos de un embargo internacional, nadie puede vivir aislado del mundo. En nuestro caso conviene tener presente que Montenegro era la república de la antigua Yugoslavia que realizaba proporcionalmente mayores intercambios comerciales con el extranjero. Ahora tenemos 30.000 parados más y nuestro salario medio apenas rebasa los 30 marcos alemanes al mes".

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