El PRI pidió a los principales empresarios de México que aportasen cada uno a su campaña 3.000 millones de pesetas

Un fuerte escándalo político acaba de estallar en México al conocerse que al menos 25 de los más importantes empresarios privados de este país fueron reclamados recientemente por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) para que aportasen cada uno 25 millones de dólares (unos 3.000 millones de pesetas) con vistas a la campaña electoral de las elecciones presidenciales de 1994.Fuentes de la oposición estiman que, con esta operación millonaria, el PRI, que lleva 64 años gobernando México, no sólo pone en evidencia la deseada transparencia que últimamente se viene exigiendo desde el, Gobierno para la financiación de los partidos políticos, sino también "cómo y de dónde se cocina su desleal ventaja política".

Algunos de los empresarios convocados son personas habitualmente cercanas al PRI, pero, en cambio, hay otros que están estrechamente vinculados a la nueva clase empresarial surgida a raíz de la privatización de la banca y de otras empresas que pertenecieron al Estado, como Teléfonos de México.

Esto último, según las fuentes consultadas, levanta serias sospechas acerca de que se pudiera estar ahora cobrando con cuotas millonarias lo que en su día pudieron haber sido favores gubernamentales también millonarios. Sin embargo, hasta la fecha nadie ha podido probar irregularidades en los diferentes procesos de privatización.

La noticia, revelada por el periódico El Economista, sitúa Ja reclamación del PRI a este grupo de empresarios en una reunión celebrada en un domicilio particular hace justamente una semana, a la que asistieron el presidente de la República, Carlos Salinas de Gortari, y el actual responsable del partido en el poder, Genaro Borrego. El anfitrión fue el ex secretario de Hacienda y ex presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Antonio Ortiz Mena, suegro del nuevo secretario de Gobernación, Patrocinio González Garrido, el hombre que controlará desde el Gobierno el próximo proceso electoral. Según la versión periodística, Borrego pidió en la reunión que los presentes, de forma individual o compartida con otros socios, se comprometieran a reunir dicha cantidad y remitirla al partido, a lo que todos accedieron sin poner condiciones.

Este fondo tiene como fin la financiación de la campaña electoral del candidato priísta, cuyo nombre se conocerá probablemente antes de fin de año. La campaña se presenta turbulenta porque nuevamente el candidato del PRI se deberá medir con Cuauhtémoc Cárdenas, que se presentará a estas elecciones avalado por un amplio frente de izquierdas, y también con el derechista Partido de Acción Nacional (PAN) que gobierna ya en tres Estados.

Entre los asistentes a la reunión, convocada 24 horas antes con el anuncio de que asistiría el presidente Salinas, se encontraban Emilio Azcárraga, presidente del poderoso grupo de comunicación Televisa; Carlos Slim, propietario de Teléfonos de México (Telmex); Lorenzo Zambrano, director de la multinacional Cementos Mexicanos (Cemex); Raimundo Gómez Flores, presidente de la Banca Cremi; Bernardo Garza Sada, presidente del Grupo Alfa; Roberto Hernández, presidente de Banamex; José Madariaga, presidente del Banco Mercantil Probursa, y Adrián Sada, presidente de Vitro, entre otros.