_
_
_
_

La mujer que se atrevió con los suizos

Los prejuicios ponen en peligro la candidatura de una diputada socialista al Ejecutivo federal

La pacífica Suiza no es tan tranquila como aparenta ni las comunidades que la conforman están tan de acuerdo como desde fuera de sus fronteras parece. El último escándalo político que ha destapado estos desequilibrios tiene a una mujer como protagonista. Christiane Brunner, abogada de 46 años y diputada por Ginebra del Partido Socialista de Suiza, ha visto cómo su campaña para representar a su partido en el Gobierno se ensuciaba con turbias cartas anónimas contra ella, en las que se ponía en entredicho su capacidad para ocupar un puesto en el Consejo Federal -órgano ejecutivo compuesto por siete personas de los diferentes partidos- sobre la base de que en su vida privada las cosas no estaban tan correctamente dispuestas como deberían.La carta, que incluía unas presuntas fotos de Brunner posando desnuda para uno de sus supuestamente múltiples amantes y la acusaba de haberse sometido a un aborto ilegal, fue enviada el pasado 24 de enero a varios medios de prensa diaria de habla francesa y a los comités cantonales de su propio partido. Sin embargo, fueron los periódicos en lengua germana los que la publicaron y los partidos de la derecha (democristianos y radicales) los que destacaron estos datos para descalificarla como candidata.

El hecho de que esta francófona sea la presidenta del Sindicato de Relojeros y Trabajadores del Metal, el más importante del país, quedaba empañado por sus maneras impulsivas, por su decisión de divorciarse porque su marido pensaba que las madres no deben trabajar, y porque el atuendo con el que suele acudir al Parlamento (vaqueros y modelos de Chanel) contrastaba demasiado con los trajes grises y las frías corbatas del resto de los diputados. En el Parlamento sólo hay 35 mujeres entre 200 representantes y en el Senado son cuatro frente a 42 varones. Hasta el año pasado uno de los cantones se mantuvo como reducto del voto exclusivo para los hombres. El voto femenino no fue legal hasta 1971.

Sin embargo, lejos de amilanarse, Brunner convocó el pasado día 9 de febrero una multitudinaria rueda de prensa en el Palacio Federal, la sede del Gobierno en Berna, y afrontó de forma pública todas esas acusaciones hechas desde el más vergonzante de los anónimos.

Negó rotundamente la existencia de las fotos y de cualquier otro asunto que pudiera comprometerla. En cuanto al aborto, renunció a manifestar nada al respecto. "No voy a confirmar ni a negar nada, porque estaría sentando un peligroso precedente. Después de mí, todas las mujeres que aspiren a un puesto público tendrían la obligación de justificarse ante cualquier insinuación de este tipo, y no me parece pertinente. ¿O acaso parece lógico que a los aspirantes varones alguien les pregunte si se han visto implicados en alguna interrupción de embarazo?".

Finalmente, leyó en alemán una declaración personal para que quedase claro que no quiere ser pilar del enfrentamiento entre las diferentes comunidades lingüísticas: "Voy a continuar mi lucha por este puesto porque creo que el cantón de Ginebra debe estar representado en el Consejo Federal y porque, en tanto que mujer, es mi deber contribuir a poner fin a una situación en la que la mitad de la población está excluida del Gobierno". Ahora, después de que su partido la nombrase el pasado viernes candidata oficial para este puesto, sólo queda una semana para saber si los prejuicios han podido contra la valía profesional de una mujer con arrestos.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_