Giscard afirma que la derecha francesa no privatizará las grandes empresas públicas

Valéry Giscard d'Estaing esbozó ayer un cuadro muy sombrío de la situación económica con la que se encontrará la derecha francesa si, como afirman las encuestas, gana las elecciones legislativas de los próximos 21 y 28 de marzo. "Estamos en plena recesión y con unos niveles de paro y de déficit presupuestario insoportables", declaró. El ex presidente francés precisó que la derecha no piensa privatizar las grandes empresas públicas de los, sectores del transporte, la, energía y las comunicaciones.El gran objetivo de Giscard es recuperar la presidencia de la República que le arrebató hace 12 años el socialista François Mitterrand. Entretanto, no descarta la posibilidad de ser primer ministro si se confirma la victoria de la derecha en las legislativas del mes próximo. Pero para ello necesitaría que su partido, la Unión para la Democracia Francesa (UDF), estuviera mejor colocado que sus aliados de la Asamblea para la República (RPR) la noche del 21 de marzo.

La centrista UDF y la gaullista RPR se presentan juntas a la primera vuelta de las elecciones, la del 21 de marzo, en el 85% de las circunscripciones. En el 15% restante cada una de las dos formaciones presenta sus propios candidatos. Son una especie de primarias que deben determinar la fuerza relativa de unos y otros, y, en consecuencia, decidir quién dirigirá el futuro Gobierno de la coalición.

En su primera conferencia de prensa de la campaña electoral, el ex presidente francés hizo hincapié en los asuntos ecónomicos y sociales. La economía francesa, dijo, está "en plena recesión desde comienzos de 199T', y ello a causa de "la debilidad de la demanda". Giscard añadió que, según sus informaciones, la próxima publicación de las cifras del crecimiento francés en el cuarto trimestre de 1992 "no contribuirá a despertar el optimismo".

A fin de no agravar esta recesión, Giscard expresó su deseo de que el futuro Gobierno de la coalición RPR-UDF evite cualquier tipo de aumento de los impuestos en 1993. "Cada vez que se aumenta un punto el impuesto sobre la renta o el IVA", dijo, "se debilita la demanda, se acentúa la depresión y el paro se dispara". "Les dejo imaginar", añadió, "cuál sería la reacción ante a un Gobierno cuyas primeras decisiones tuvieran como resultado un incremento del paro".

En relación con la política monetaria, el líder de la UDF declaró: "Pediremos al futuro Gobierno que se comprometa en mantener el franco en el Sistema Monetario Europeo y que respete su actual paridad".

A Giscard se le vio realmente preocupado por el panorama con el que va a tener que trabajar el futuro Gobierno de Francia. Y en particular por el déficit presupuestario de unos 300.000 millones de francos que los socialistas van a dejar en herencia a sus sucesores.