Un plan de reactivación inmediato

Las propuestas de Bill Clinton para reformar la economía de Estados Unidos y mejorar las condiciones de vida de los norteamericanos son las siguientes:Un plan de inversión pública inmediata de 30.000 millones de dólares en proyectos sociales para crear 500.000 empleos a corto plazo.

Un plan de inversión pública en infraestructura y recapacitación del país de 160.000 millones de dólares en un plazo de cuatro años para crear 8 millones de puestos de trabajo de aquí a 1997. Esto incluye 26.000 millones de dólares para mejorar la asistencia sanitaria, de la que forma parte una partida de más de 3.000 millones de dólares para luchar contra el sida.

Una reducción del déficit fiscal de 500.000 millones de dólares en cuatro años con el objetivo de que en 1997 el recorte llegue a ser de 140.000 millones de dólares en un año. Para ello es necesario:

1- Reducir los gastos militares en 76.000 millones de dólares en cuatro años.

2- Reducir otros gastos públicos no militares en 54.000 millones de dólares, también en cuatro años.

3- Reducir los gastos de la Administración y otros programas público obsoletos por valor de 91.000 millones de dólares en esos cuatro años.

4- Aumentar los impuestos para permitir recaudar unos ingresos de más de 300.000 millones de dólares en los próximos cinco años, de acuerdo al siguiente criterio:

- Elevar hasta un 36% los impuestos sobre la renta de las familias con ingresos superiores a los 140.000 dólares anuales, a los cabezas de familia con ingresos superiores a los 127.500 dólares y a los solteros con ingresos superiores a los 115.000 dólares.

- Imponer un impuesto suplementario del 10% para los ingresos superiores a los 250.000 dólares. Esto no se aplica a los ingresos por plusvalías.

- Elevar hasta el 26% el impuesto de las familias con ingresos superiores a los 45.000 dólares y el de los solteros con ingresos superiores a 37.500 dólares.

- Eliminar algunas deducciones fiscales, como las de los clubs de recreo o de los millonarios que pagaban más de un millón de dólares al año.

- Elevar hasta un 36% los impuestos sobre las empresas con beneficios superiores a los 10 millones de dólares.

- Eliminar las deducciones fiscales de los lobbys.

- Reformar las leyes sobre impuestos a empresas extranjeras, cargando más tasas especialmente sobre las multinacionales petroleras.

-Aumento de los impuestos sobre algunos productos energéticos, pero no de la gasolina hasta 1996.