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El PSOE teme que las tensiones entre González y Guerra causen su alejamiento definitivo

Las relaciones entre el secretario general de¡ POSE, Felipe González, y el vicesecretario, Alfonso Guerra, atraviesan su momento másbajo. En el entorno de ambos se coincide en no descartar una posible ruptura política, hipótesis que se maneja con temor en el partido. Destacados socialistas aseguran que Guerraestá descartado como coordinador principal de la campaña electoral, papel que asume el propio González, apoyado por un comité en el que sí podría estar Guerra.

La expresión última de las tensiones entre ambos fue la ausencia de Guerra, el lunes, en la reunión de González con el Grupo Parlamentario Socialista en la que González adelantó las líneas maestras de actuación política para afrontar el momento más delicado de los 10 años de Gobierno socialista. González y Guerra no mantienen conversaciones privadas desde hace meses. Sólo aprovechan las reuniones de la ejecutiva, donde se sientan juntos, para despachar temas urgentes.La decisión de González de tomar las riendas del PSOE y su nuevo estilo, dando juego a militantes que no pertenecen al "núcleo guerrista", ha aumentado el malestar de Guerra, que se ha traducido en una actitud despectiva hacia este giro.

Guerra ha manifestado internamente que quizá no le interesa coordinar una campaña electoral que no coincida con sus planteamientos, al tiempo que ha recordado que las campañas ejecutadas por él llevaron al PSOE al triunfo. Guerra declaró este fin de semana a El Periódico de Cataluña: "En mi caso, si se me encarga y hay sintonía, lo haré y, si no, pues no lo haré". En la entrevista, Guerra añadía que no le gustaría "eternizarse en la política sobre todo cuando a veces es tan ingrata".

Destacados socialistas afirman que ya está decidido que Guerra no coordine la campaña. Añaden que, como ya anunció en el último Comité Federal, González protagonizará más que nunca esa coordinación, apoyado por un comité en el que Guerra sería invitado a participar.

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González, afirman, no tendrá un comité electoral desgajado de la ejecutiva en contraste con las pretensiones de Guerra. El jefe del Gobierno va a tratar de contar con todo el mundo, incluido Guerra. "Ahora todo depende de lo que quiera hacer Alfonso Guerra y su ausencia el lunes de la sesión del grupo parlamentario, dadas las circunstancias, es muy preocupante", dijeron fuentes del partido.

González no quiso definirse el lunes sobre quién coordinará la campaña electoral. "No tiene prisa en montar ese comité electoral. Lo que dejó claro González en su intervención fue que la comisión ejecutiva canalizará todas las iniciativas electorales", señalaron las mismas fuentes.

González envió el lunes un mensaje crítico hacia las posiciones de Guerra y calificó de "sin sentido" algunos de los lemas favoritos de éste. Por ejemplo, su invocación a que el PSOE es fuerte porque tiene "un partido homogéneo, un programa y un líder". Argumentó que la fortaleza del PSOE dependerá de qué organización, qué programa y qué líderes tenga.

González manifestó, también que "nadie es imprescindible" en el PSOE e hizo un llamamiento a rechazar el "consignismo". "Cada uno tiene que pensar con su cabeza. Aquí no hay salvadores", fue el mensaje.

Dirigentes socialistas interpretan que González desea "dar anestesia para una futura intervención quirúrgica". La opinión unánime es que González no pretende, en todo caso, eliminar a Guerra, sino "neutralizar el guerrismo".

Indefinición

La actitud de Guerra está aumentando su aislamiento, incluso de algunos de sus hombres más incondicionales. "Una actitud a la contra de Guerra supone un suicidio para el partido", señalaron ayer caracterizados guerristas al hablar de esa ausencia. Miembros de la ejecutiva del llamado "núcleo duro del guerrismo" están aceptando la nueva etapa abierta por González. Es el caso de Francisco Fernández Marugán, responsable de Economía y Finanzas del partido, que se encuentra cómodo en su papel de compilador de los programas electorales o, incluso, el de Txiki Benegas, que lleva de forma muy directa la relación de Ferraz con González.

Otros ejecutivos socialistas como el responsable de Movimientos Sociales, Alejandro Cercas, relegados por Guerra en su periodo de hombre fuerte de Ferraz, están viendo aumentar su papel desde que González decidió tomar las riendas del partido.

El pacto de no agresión entre González y Guerra ha durado sólo un año. El 6 de enero de 1992, ambos dirigentes se reunieron en la Moncloa para limar sus tensiones.

El ministro de Justicia, Tomás de la Quadra, quizá sin saberlo, puso ayer el dedo en la llaga de las quejas del guerrismo. "La propia indefinición de quién iba a ser nuestro candidato, creó en el grupo una sensación de indecisión". Se refería al comentario de Felipe González de que el Grupo Socialista estaba "bajo de tono".

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