Los exploradores británicos, enfermos y agotados, dejan la travesía de la Antártida
La aventura ha terminado. Sir Ranulph Fiennes y el doctor Michael Stroud, los dos exploradores británicos que han cruzado a pie la Antártida durante 95 días, dieron por concluida su expedición el jueves por la noche. Les faltaban 550 kilómetros para alcanzar la última meta que se habían fijado, la base Scott, pero estaban ya "más muertos que vivos", en palabras de Fiennes.Un avión los trasladó a la base Scott, donde piensan permanecer un par de semanas más, completando sus experimentos sobre la resistencia del ser humano en situaciones extremas.
Fiennes y Stroud han batido dos marcas históricas: nadie ha caminado sobre el casquete polar del sur, sin perros ni asistencia de ningún tipo, tanto tiempo como ellos; también han sido los primeros en cruzar a pie todo el continente antártico.
Los beneficios de su expedición (publicidad, conferencias, etcétera) se destinarán a la Sociedad contra la Esclerosis Múltiple, que espera obtener unos dos millones de libras (unos 350 millones de pesetas).
Obstáculos insalvables
Ambos exploradores padecen congelación en pies y manos 37 una severa desnutrición. Fiennes, además, sufre una infección en un pie. Los víveres se les habían terminado.Prefirieron abandonar "antes que ponerse en una situación irresponsable", según la esposa de Fiennes. Su aventura había terminado, de hecho, al completar la travesía del continente.
El retorno de la pareja al Reino Unido se demorará unas dos semanas, si su estado de salud no se complica. Desean tomarse unos días de descanso antes de afrontar la publicidad y los homenajes.
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