Los franceses jóvenes y de alto nivel educativo prefieren votar a los verdes
Los ecologistas son en estos momentos la fuerza política más popular entre los franceses de 18 a 35 años, según diversas encuestas de opinión difundidas ayer en Francia, a cinco semanas de las elecciones legislativas. El movimiento verde es también el más apreciado por los enseñantes, los asalariados de clase media, los profesionales liberales y, en general, los ciudadanos con un alto nivel de educación.Esos mismos estudios revelan que los socialistas obtienen sus mejores resultados entre las personas de más de 65 años de edad y en los municipios rurales.
Hace unos días, Brice Lalonde y Antoine Waechter, líderes respectivamente de Generación Ecología y Los Verdes, simbolizaron la alianza electoral de sus partidos celebrando conjuntamente sus cumpleaños. Lalonde, Waechter y la estrella en ascenso del ecologismo francés, la infatigable Dominique Voynet, han arrancado su campaña con un mensaje que combina idealismo y honestidad con moderación y pragmatismo. Un mensaje muy seductor para el electorado más joven y mejor preparado intelectualmente de la izquierda y el centro francés.
Los ecologistas han conquistado ya buena parte del espacio tradicional de la izquierda,. El 21% de los franceses que apoyaron a Mitterrand en las presidenciales de 1988 se declaran dispuestos ahora a votarles, según un sondeo de la empresa BVA.
Dado que la amplia victoria de la derecha en las legislativas parece consumada de antemano, uno de los grandes enigmas del 21 de marzo será saber cuál es la relación de fuerzas entre los ecologistas y los socialistas.
Igualados con el PS
El Partido Socialista (PS) cuenta con unas intenciones de voto que varían entre el 17,5% y el 21%, según los diferentes sondeos. Los ecologistas, en cambio, oscilan entre el 16% y el 19,5%. Los socialistas ganan por los pelos a los ecologistas en la mayoría de las encuestas, pero una de la empresa CSA, difundida ayer, sitúa por delante del partido de Mitterrand a los verdes de Lalonde, Waechter y Voynet.Los últimos escándalos han dañado aún más la imagen del partido en el poder. Laurent Fabius se ha escapado por el momento de la comparecencia ante la Alta Corte de Justicia por su presunta implicación en el escándalo de la sangre contaminada con el sida, pero la prescripción decidida por los jueces ha dado a los franceses la impresión de que existe un doble rasero en materia de justicia. Por su parte, el primer ministro, Pierre Bérégovoy, no ha explicado de modo convincente las circunstancias en que recibió un préstamo sin intereses de 20 millones de pesetas de un industrial implicado en varios casos de corrupción. Y, sobre todo, no ha probado haberlo de vuelto.
En cuanto al Partido Comunista Francés (PCF), conserva su pequeña porción del electorado, con un 8% o 9% de las intenciones de voto.
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