Estados Unidos decide implicarse activamente en el conflicto de la antigua Yugoslavia
El secretario de Estado norteamericano, Warren Christopher, anunció ayer un plan de acción en Bosnia que implica directa y definitivamente a Estados Unidos en la solución de peor conflicto ocurrido en Europa desde la II . Guerra Mundial y que abre la posibilidad de una decidida acción de toda la comunidad internacional para poner fin a la sangrienta crisis de los Balcanes. El plan incluye el nombramiento del embajador Reginald Bartholomew como emisario especial, la creación de un tribunal sobre crímenes de guerra y la aceptación del envío de tropas norteamericanas a Bosnia.
El proyecto estadounidense ha empezado ya a ser negociado con Rusia, la ONU y otras potencias implicadas en el conflicto. ', Nuestra conciencia se revolvía ante la posibilidad de seguir aceptando pasivamente esta brutalidad", dijo Christopher anunciar que "el presidente cree que es hora de que Estados Unidos se comprometa directa y activamente en los esfuerzos multilaterales para conseguir una paz justa y viable para este peligroso conflicto".Este compromiso norteamericano incluye, según manifestó el secretario de Estado, la posibilidad de "una acción militar norteamericana", lo que supone un cambio brusco con toda la política anterior de Estados Unidos, que se limitaba a ofrecer cobertura aérea y apoyo logístico, pero que se negaba a enviar fuerzas de tierra a Bosnia.
Christopher explicó que la participación militar norteamericana sería, en principio, destinada a garantizar el cumplimiento de un plan de paz, y ocurriría después de que todas las partes involucradas en el conflicto hubieran discutido un acuerdo de alto el fuego. "Si se llega a un acuerdo viable que contenga cláusulas de aplicación, Estados Unidos estaría dispuesto a sumarse a las Naciones Unidas, a la OTAN y a otros para garantizarlo, incluyendo la posibilidad de una acción militar", dijo Christopher.
El secretario de Estado no se refirió con claridad a este punto, pero dio a entender también que si en el último momento una de las partes involueradas se negase a cumplir un acuerdo respaldado por los demás y por la comunidad internacional, Estados Unidos podría utilizar la fuerza para imponerlo. Al respecto dijo: "Estamos preparados para usar nuestro poder militar para imponer el acuerdo si es necesario. Espero que no será necesario llegar a ese punto. Un acuerdo por consenso tiene muchas más posibilidades de éxito". Esto puede ser interpretado como una clara advertencia a Serbia, país al que Washington señala como máximo responsable de la tragedia en los Balcanes.
Contactos con Yeltsin
Christopher afirmó que el presidente Bill Clinton habló ayer mismo por teléfono con el presidente ruso, Borís Yeltsin, para informarle del contenido de su plan de paz de seis puntos, y anunció que Reginald Bartholomew viajará a Moscú para discutir más extensamente esta iniciativa con las autoridades rusas.
Bartholomew, actual embajador norteamericano en la OTAN y antiguo representante diplomático de su país en España, ha sido encargado por el presidente Clinton de sumarse a los esfuerzos pacificadores que desde hace más de cinco meses llevan Cyrus Vance, por parte de las Naciones Unidas, y David Owen, en nombre de la Comunidad Europea.
Warren Christopher afirmó que Estados Unidos aportará "todo el peso de su diplomacia" para respaldar el proyecto puesto en marcha por los negociadores internacionales. "No esperamos milagros, pero creemos que podemos marcar la diferencia", dijo el secretario de Estado.
Christopher declaró que EE UU había descartado la posibilidad de enviar armas al Gobierno de Bosnia o de ayudar militarmente a asegurar la zona de exclusión aérea debido a las objeciones formuladas por Francia, Canadá y el Re¡ no Unido, que ya tienen tropas en Bosnia.
Warren Christopher recordó que durante dos años las potencias occidentales se han mostrado incapaces de evitar un deterioro del conflicto en la antigua Yugoslavia y que hoy EE UU se encuentra con una situación mucho más difícil de abordar. "En todo caso", añadió, "estamos decididos a afrontarlo".
La iniciativa norteamericana ha sido bien acogida en diversas instancias internacionales. Los propios mediadores, Vance y Owen, calificaron de "positiva" la decisión y expresaron su respeto por Reginald Bartholomew. El primer ministro británico, John Major, se felicitó por la resolución. "He hablado con el presidente Clinton y acojo calurosamente su iniciativa", declaró anoche. "Los dos Gobiernos hemos mantenido un estrecho contacto sobre esta cuestión en las últimas semanas". También el presidente del Gobierno bosnio, el musulmán Alia Izetbegovic, se declaró satisfecho.
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