El Gobierno de Bonn decide privatizar las autopistas

El Gobierno de Bonn decidió ayer ponerse como meta futura la privatización del sistema de carreteras y autopistas en Alemania. La medida más inmediata, destinada a financiar la red de ferrocarriles, será la introducción de un sistema de pago por el uso de las carretaras similar al suizo, consistente en la obligada compra de un adhesivo anual.

Segun indicó el portavoz del Gobierno, Dieter Vogel, esto servirá de elemento disuasorio para el uso del automóvil privado y favorecerá la opción del transporte público.El Ministerio de Transportes indicó que a partir del año que viene será obligatorio, tanto para los automovilistas alemanes como para quienes vengan de fuera del país, la compra de estos adhesivos que costarán entre 100 y 400 marcos (7.000 y 28.000 pesetas). Los automovilistas alemanes pagan ya un considerable impuesto de circulación que, en una proporción no muy elevada, se destina a la construcción y mantenimiento de la red. Una parte del impuesto sobre la gasolina se destina igualmente a este fin. Vogel indicó ayer que el Gobierno estudia asimismo introducir un impuesto especial sobre el carburante.

Los planes para la privatización de las autopistas, una red que se empezó a construir en la década de los años treinta bajo el patrocinio del régimen nacionalsocialista, son a más largo plazo. La enorme inversión que está suponiendo la construcción de autopistas y carreteras en la Antigua Alemania comunista, cuyas infraestructuras se encontraban en un estado lamentable, fue lo que propició la idea de privatizar algunas de las nuevas vías. De momento es el Gobierno quien sigue corriendo con todos los gastos. La idea, sin embargo, es que a partir de 1994, cuando ya estén modernizadas, puedan ser cedidas para su explotación a empresas privadas.

Los. planes de Bonn para el próximo futuro incluyen la construcción de 3.200 kilómetros de vías ferreas para trenes de alta velocidad así como de 1.700 kilómetros de nuevas autopistas.