Botín anuncia que adquirirá un paquete de acciones de Argentaria "si el precio es bueno"

Emilio Botín, presidente del Banco Santander, anunció ayer su propósito de participar activamente en la colocación de las acciones de Argentarla a través de toda la red de oficinas del banco e incluso quedarse un paquete como inversión financiera "si el precio es bueno". Botín -que olvida así sus anteriores reticencias con la banca pública- subrayó que se trataría de una inversión financiera, ya que no comprarán "otro banco en España". En su intervención en la junta de accionistas, celebrada ayer en el Palacio de Festivales de Santander, explicó que la estrategia del grupo consiste en potenciar la actividad internacional para lograr que los beneficios obtenidos en el exterior alcancen el 50% del total del grupo.

Estos planes de desarrollo internacional pasan por aumentar la actual participación que tienen el Santander del 16% en el banco americano First Fidelity hasta un 20%; un porcentaje que le permitiría consolidar la parte de los beneficios obtenidos en este banco con los del Grupo. El Santander tiene derecho a ampliar su participación hasta un 23,5%. El beneficio teórico de esta inversión se eleva a 420 millones de dólares (43.000 millones de pesetas).Los planes de expansión expuestos ayer por Botín incluyen también el fortalecimiento de la alianza con el Royal Bank of Scotland, donde tienen una participación del 9,9%. Durante 1992, los beneficios de la actividad en el exterior del grupo Santander ascendieron a 205 millones de dólares (21.500 millones de pesetas), o un tercio del beneficio total. La estrategia pasa también por potenciar los fondos de inversión y los créditos hipotecarios. El presidente elogió especialmente la labor del consejero delegado Rodrigo Echenique.

Menor pesimismo

A preguntas de los periodistas, Botín afirmó sin ambigüedades "me gusta el programa del Partido Popular. No lo he leído a fondo, pero en principio, por lo que he leído, me gusta". Pero tuvo el cuidado de añadir: "No hago ninguna comparación con otros partidos".

Sobre las perspectivas de la economía española, aseguró que se sentía menos pesimista que otros. Precisó que si se cumplían determinadas condiciones -avances en la flexibilidad laboral en España, recuperación de la economía de Estados Unidos y sigue la baja de los tipos de interés-, se producirá una mejora en el último trimestre del año.

Junto a la valoración de los resultados del ejercicio y la exposición de los planes de expansión internacional, el contencioso de las cesiones de créditos ocupó buena parte de la junta. Botín fue el primero en abordar el polémico asunto, cuyo debate sobre la legalidad fiscal de estas operaciones llegó en los momentos más álgidos con la imposición y posterior retirada de una elevada fianza al banco por parte del juez Moreiras. El caso sigue sub júdice.

El presidente de la entidad afirmó que "jamás el banco actuó fuera del marco operativo de lo que era estrictamente legal". Después subrayó: el problema, "sobrepasa en este caso la defensa de intereses económicos o de evitar el impacto financiero que este asunto pudiera tener", que es "muy limitado en relación con los beneficios y con los recursos del banco". A su juicio, "se trata de acreditar, de manera fehaciente, que no nos hemos apartado nunca -en la actuación del banco en este asunto- de lo que han sido los principios tradicionales de seriedad, respeto a las normas y buen hacer, que han caracterizado durante más de 136 años al Santander".

La intervención de Jorge Diez, secretario general de la Federación Estatal de Banca del sindicato UGT, despertó un notable interés entre los asistentes a la junta de accionistas del Santander. Díez criticó a la dirección del banco por no haber firmado el convenio colectivo del sector y por aplicar unos criterios contables muy consevadores para presentar unos beneficios menores. "El objetivo", dijo " era argumentar o justificar su oferta salarial, que es insuficiente, según UGT.

En opinión de este sindicalista, "nos podríamos encontrar con que el Grupo Santander está aplicando unos criterios contables excesivamente conservadores lo que perjudicaría a Hacienda (menos impuestos), a los pequeños accionistas, (menos dividendo) y a los trabajadores del banco (menos salarlo)". Indicó que todo estaría relacionado con las recomendaciones del Banco de España para que los bancos moderasen sus beneficios.

Pero lo más sorprendente fueron sus afirmaciones sobre las cesiones de crédito al señalar que: "el pequeño terremoto generado por este caso tiene sus raíces, en un altísimo porcentaje, en la mezquindad y deseos de venganza de determinado ministro del Gobierno, que está realmente obsesionado en intentar demostrar que él es el que más manda".

Botín contestó con contundencia a todas estas aseveraciones. "El Banco de España no me ha presionado en absoluto para hacer las cuentas de resultados". Sobre los criterios conservadores aplicados precisó que "en banca nunca se es excesivamente conservador. En banca, hay dos políticas posibles: la muy conservadora y la mala".

El presidente del Santander fue aún más tajante al replicar a las alusiones al ministro. "Yo no puedo hacer mías esas manifestaciones sobre ningún ministro de este Gobierno ni de ningún otro Gobierno", afirmó. En cualquier caso, subrayó Botín, "respeto tanto a la autoridad judicial como a la gubernativa".