El PP confirma el giro al centro, presentado como un proyecto de Manuel Fraga de 1972
"Si queremos evitar un posible bandazo a la izquierda, debemos marchar hacia el centro, por el camino de las reformas". Estas palabras inician una larga cita de Manuel Fraga, de 1972, con la que el secretario general del PP, Francisco Álvarez Cascos, arrancó al XI congreso la más prolongada ovación de la primera jornada.Álvarez Cascos dedicó gran parte de su informe de gestión a la corrupción. Acusé a Felipe González de hacer como que no se ha enterado de lo que sucedía en España durante sus 10 años de gobierno, pero no eludió los escándalos que han salpicado a su propia formación y reiteró la petición al presidente de Cantabria, Juan Hormaechea, pendiente de juicio, de que abandone el cargo.
Una vez avalado el "avance hacia el centro" con los argumentos del patriarca fundador del partido, el secretario general subrayo que ha sido "José María Aznar, su sucesor, el que ha tenido la oportunidad histórica de hacer realidad aquella gran aspiración" al "lograr la transformación definitiva del PP en un partido de gobierno".
328.643 afiliados
Álvarez Cascos hizo balance del crecimiento organizativo, que ha llevado al partido a la cota de 328.642 afiliados. También dio un repaso minucioso a los éxitos electorales que le permiten gobernar 20 capitales de provincia, sólo o en coalición. Al enumerar las comunidades autónomas bajo la dirección del PP, vino el primer aviso para Hormaechea, ausente del congreso pese a su anuncio de que asistirá.
El secretario general citaba Cantabria en el texto escrito de su discurso pero se saltó la mención. No se saltó, en cambio, un largo párrafo sobre la querella contra Hormaechea que terminó con la petición de que "resigne las responsabilidades ejecutivas de los cargos públicos ( ... ) hasta la completa resolución de un trámite judicial". "Así lo reitero de nuevo, en nombre del comité ejecutivo nacional, ante el congreso", agregó Álvarez Cascos, "como criterio orientador para todos los militantes del PP". La frase fue acogida con aplausos de mediana intensidad.
El informe abordó también los casos de Rosendo Naseiro, el tesorero elegido en el anterior congreso y dimitido a raíz de su detención e inculpación en relación con presuntos intentos de soborno en Valencia, y de José María Peña, el ex alcalde de Burgos condenado por prevaricación.
Rodeado de un silencio expectante y casi masticando sus palabras, Álvarez Cascos recordó en relación al primer caso que las actuaciones judiciales fueron anuladas por el Tribunal Supremo y que la acusación era de "conspiración", es decir, se refería a "malos pensamientos".
Acabado el repaso a la propia casa, y tras recordar las iniciativas populares en el Congreso de los Diputados contra la corrupción, todas rechazadas, el secretario general dirigió la mirada hacia los socialistas. Acusó a Felipe González de hipocresía por sus "tardías confesiones de reconocimiento de la realidad", mientras sigue rechazando cualquier responsabilidad "Después de 100 años de honra dez", agregó, "parece que los socialistas desterraron juntos a Marx y a la ética".
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