Sociopolítica en el campo
Con frecuencia se ha definido el fútbol como un fenómeno so ciológico. Sin embargo, con templar infinidad de encuentros desde mi asiento en el Bernabéu me ha permitido elaborar una teoría que hace del fútbol un fenómeno sociopolítico. Sirva como ejemplo un repaso a la alineación del Madrid.Buyo: agitador social, muy útil para sembrar el nerviosismo y el desconcierto entre quienes le rodean. Fomenta el caos como nadie y cuando llega la policía sabe poner cara de niño bueno y con una parada espectacular acciona el bote de humo que esconde la falta de fundamentos.
Nando: tras un cierto periodo de indefinición entre el centro y la derecha, más sincero que Aznar, ha optado clara mente por la última. Alejado de los sueños de grandeza, se ha consolidado como oposición y, consciente de que lo suyo no es gobernar, cumple cada día me jor con la función que tiene.
Lasa: frente a una izquierda que corría mucho y sin rumbo, esta cara con forma de luna en cuarto menguante ha relevado con éxito a la izquierda que lanzaba balones fuera. Es, además, capaz de formar parte de un gobierno de coalición.
Rocha: en estos momentos en que se ha puesto de moda el tema de los confidentes, se sospecha que su nombre aparece en más de una lista. Por su contundencia y su afición a abroncar a los compañeros, parece el miembro más fiel de la banda. Luego, su voz aflautada, sus ausencias en los momentos clave y sus disparos a propia puerta nos hacen sospechar a todos que se trata de un infiltrado.
Sanchís: representa el centro verdadero. Al igual que Adolfo Suárez, su trayectoria tiene momentos claramente diferenciados. Tan pronto es el Suárez; deslumbrante de la transición democrática como se convierte en el hombre inseguro y desconcertante de la última etapa del CDS. Todo eso lo hace Sanchís en el corto periodo de un año y ahora, por suerte para los madridistas, es uno de los líderes de la transición del desconcierto a la armonía.
Hierro: opta a jefe de una unidad de tropas de élite del Ejército. Maneja el obús como nadie y, a la hora del enviar armas a sus compañeros, es tan obvia la trayectoria del convoy que, la mayor parte de las veces, lo intercepta el enemigo. Como pasa siempre en los temas de defensa, debe uno preguntarse: ¿se justificaría invertir tanto en él?
Prosinecki: este muchacho con cara de Vicki el vikingo está apartando de sí mismo aquella cara de susto permanente. Aunque dicen que no da bien en las fotos, en el PSOE suspiran por él para resolver el espinoso tema de la sucesión de González. De su ascenso al mando depende en gran parte el futuro madridista.
Michel: si en la derecha española hubiera alguien como él... Claro que, al igual que el PP, tiene ciertos problemas con lo vasco. Si los unos no sacan un voto en aquellas tierras, Michel ha visto secuestradas por un vasco (con nombre de Papa del Palmar) buena parte de sus esencias futbolísticas.
Martín Vázquez: animal político por excelencia, donde dijo digo dice Diego sin que se le caiga pelo alguno del bigote. Transita de la izquierda a la derecha y recorre el camino inverso como quien lava. Frente al político chaquetero goza de una gran ventaja: cualquier espacio. en el campo le resulta natural y su calidad a todos nos hace pensar que dijo Diego.
Butragueño: como ministro de Cultura ha apostado por el arte moderno. Al igual que ese arte, sugiere dos tipos de reacciones: la de los que lo consideran sublime y la de quienes se preguntan si se puede pagar tanto por semejantes manchas en un lienzo. Particularmente, soy amigo de ese arte.
Zamorano: falto de formación básica, es un trabajador incansable y recoge más frutos por su insistencia que por su habilidad. Es, por tanto, como muchos inmigrantes. Su gran suerte es que el patrón no le paga nada mal.
Todo esto es el resultado de mis pensamientos entre jugada y jugada entre los partidos. Pero el sábado no voy a pensar. Voy a vestirme de blanco por dentro y esperar que ganemos en el último minuto y aunque sea de penalti... justo, porque los nuestros siempre lo son.
Javier Capitán y Luis Figuerola-Ferretti, dirigen el programa El Serial en la Cadena SER.
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