El alcalde respalda a Matanzo frente a Ortiz

El alcalde está de acuerdo con las tesis de Ángel Matanzo frente a las que defiende Pedro Ortiz. Los dos concejales del PP discrepan sobre el cierre del teatro Alfil, cuyo gerente recibió anoche un decreto que obliga a sus. pender todas las actividades a partir del lunes. Matanzo, concejal presidente de Centro, que era caricaturizado en la obra que se representa en esa sala, considera que el silencio administrativo ante la solicitud de licencia implica que el local no puede funcionar. Ortiz, concejal de Cultura, opina exactamente lo contrario. Y el alcalde dictó ayer su arbitraje a favor del edil parodiado. Termina la función.

El escrito recibido anoche en el local Alfil expresa que el jefe de la oficina municipal y secretario de la junta del distrito Centro, Enrique Mezquita, eleva, para su aprobación, al concejal Angel Matanzo un decreto que supone la clausura de todas y cada una de las actividades del teatro, así como el precinto del local. -Este decreto se ampara en el incumplimiento de una resolución anterior de Matanzo que ordenaba suspender las funciones de madrugada, hecho que niega la dirección de la sala: "Las hemos suspendido". A su vez, la primera comunicación se basaba en que el teatro ha incumplido la ordenanza de espectáculos y no tenía licencia.

El alcalde, José María Álvarez del Manzano, declaró ayer ante los periodistas: "El silencio administrativo, hoy por hoy, tiene una consecuencia negativa. Nadie puede emprender una actividad sin tener previamente la licencia para realizarla". El diálogo posterior se produjo así:

Pregunta. Esa tesis está en contra de las nuevas directrices europeas, que tienden a obligar a la Administración a que conteste, porque, de no hacerlo, se considera que la actividad es legal.

Respuesta. Sí, pero yo siempre digo que tenemos que conseguir que los colegios profesionales se comprometan a hacerse responsables de sus obras. Y ellos se niegan. Porque entonces hay un incendio en el teatro Alfil y a mí me meten en la cárcel.

P. El teatro Alfil pidió permiso para sus sesiones de madrugada en octubre pasado y el Ayuntamiento aún no ha contestado. Por silencio administrativo muchos comerciantes de Madrid se ven obligados a empezar a trabajar, por ejemplo, sin licencia de apertura, antes que dejar morir el negocio.

R. Mire, yo he pedido el expediente del teatro Alfil a ver en qué situación está, si se pidió efectivamente ese permiso y de qué manera. En cualquier caso, insisto, un comerciante no tiene derecho a abrir su negocio sin la licencia pertinente.

P. Supongo que en esa investigación se tendrá en cuenta, también, en caso de que lo haya, la posible inhibición o lentitud de los funcionarios.

R. Sí, sí.

"Que no se eshiban"

Sobre la obra, explicó que no pensaba en ir a verla por tener "otros muchos espectáculos pendientes de ver", y agregó que, de acudir, "lo haría con discreción y no rodeado de periodistas" en alusión a la asistencia de Pedro Ortiz, que fue fotografiado abrazando a los actores, véase EL PMS del jueves). "Yo no apoyo la uno u otro de los concejales. Yo sólo les pido a mis concejales que no se exhiban".La opinión del alcalde no coincide con la de su concejal de Cultura. Pedro Ortíz señaló ayer que la contestación a una solicitud de licencia de apertura de un local es un acto reglado: "Es de cumplimiento obligado, tanto para el administrado como para el administrador". El solicitante, según Ortiz, tiene el deber de cumplir las normas establecidas y reclamar en caso de que no se: le conteste. El Ayuntamiento, y por tanto la Concejalía del distrito Centro, tiene la obligación de responder en un mes a dicha solicitud.

En caso de que pasen dos meses sin que se haya producido ninguna respuesta, se entiende que hay silencio administrativo y, por tanto, los solicitantes pueden iniciar la actividad para la que habían solicitado licencia, siempre y cuando cumplan con las órdenes que hay en este sentido. "Sólo se les puede paralizar la actividad", continuó Ortiz, cuando incumplan los reglamentos, y en la orden de suspensión siempre se tiene que explicitar cuál es el motivo por el que se le suspende la actividad".

Ese algo es lo que los responsables del teatro llevan intentando averiguar, hasta ahora infructuosamente. Han pedido una nueva medición de decibelios, pero resulta que ésta se debe efectuar a instancia de los vecinos, no de la empresa. Y los vecinos no la han solicitado. En la Conce alía de Medio Ambiente, el Alfil ha recibido la información de que sus informes fueron favorables, así como los de Protección Civil.