Termómetros casquivanos
Madrid es una ciudad fatal para el reúma. Los cambios bruscos de temperatura atacan las articulaciones. Pero a veces los fríos y los calores no son tan casquivanos. Que ningún reumático pierda el sueño si descubre que en pocos metros los termómetros ofrecen temperaturas diferentes en tres o cuatro grados. Entre la plaza de España y la de Callao, o en Cibeles (el de la foto), los grados que marcan los modernos medidores no coinciden a la misma hora. No es el tiempo, es el descuido.
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