Madrid, borroso
La ciudad se quitó ayer la boina de la polución, pero se caló la de la niebla. Los índices de contaminantes bajaron ayer debido a la inestabilidad atmosférica. La red de medición del Ayuntamiento registró una media de 14 microgramos de partículas y de 55 microgramos de dióxido de azufre (SO2), una tercera parte de los alcanzados el viernes. La concejalía de Medio Ambiente no prevé que en esta semana se llegue a la alarma preventiva. Esperanza Aguirre, concejal del área, ironizó sobre las previsiones (véase EL PAÍS de ayer) al anunciar la "mala" noticia de que el cielo de Madrid está más limpio que nunca. Lejos de este optimismo, la asociación ecologista Aedenat denunció ayer que la ordenanza municipal no incluye en la declaración de alarma los polulantes derivados del tráfico rodado -hidrocarburos y óxidos de nitrógeno-, cuya toxicidad es superior a la del SO2.
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