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La nueva coalición irlandesa ofrece perspectivas de paz para el Uster

Enric González

Albert Reynolds, líder del partido mayoritario Fianna Fáil, será reelegido hoy primer ministro de Irlanda, seis semanas después de las elecciones generales. Los electores votaron por una renovación de la clase política irlandesa, y concedieron al Partido Laborista el mejor resultado de su historia. En ausencia de una mayoría absoluta, la renovación ha sido, sin embargo, muy limitada: Reynolds seguirá encabezando el Gobierno, esta vez en coalición con los laboristas y ligeramente escorado hacia la izquierda. Los cambios más significativos en la política de Dublín afectarán positivamente a Irlanda del Norte: el nuevo Gobierno está dispuesto a lograr, de una vez, un acuerdo de pacificación para la provincia británica en la isla.El extraño pacto entre Fianna Fáil (conservadores) y laboristas (izquierda moderada), inédito en la larga historia de coaliciones en Irlanda, permitirá formar un Gobierno con una amplia mayoría parlamentaria de 36 escaños. El líder laborista, Dick Spring, ha exigido para sí mismo la cartera de Asuntos Exteriores, y en ese terreno habrá novedades.

La primera supondrá, en principio, una relajación del objetivo constitucional de reunificar la isla y expulsar, por tanto, a los británicos. Con esta nueva actitud, deberían desaparecer algunos de los recelos de los unionistas norirlandeses moderados y, tal vez, las eternas conversaciones de paz podrían ofrecer algún resultado.

El control laborista sobre las relaciones exteriores afectará también, probablemente, a la actitud irlandesa dentro de la Comunidad Europea (CE): Dick Spring, firmemente procomunitario, ha prometido sin embargo que será duro y exigente en las negociaciones con la Comisión de Bruselas y con los otros once miembros de la CE.

El problema que deberá afrontar con mayor urgencia el dúo Reynolds-Spring es la debilidad de la libra irlandesa dentro del Sistema Monetario Europeo. Tanto Fianna Fáil como laboristas se quejan del "trato de favor" que Alemania dispensa, según ellos, al franco francés en su lucha contra la devaluación. El nuevo Gobierno de Dublín reiterará hoy su compromiso con la actual paridad de la libra y rechazará, por enésima vez, la posibilidad de una devaluación.

En el terreno doméstico, los laboristas han prometido acabar con la corrupción, casi siempre vinculada con el Fianna Fáil. Si Reynolds no termina con las actividades irregulares en la Administración, amenaza Dick Spring, "la coalición se romperá".

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