La ministra portavoz dice que 1993 será un año duro para el Gobierno

El año que ahora comienza se presenta muy duro para el Gobierno y exigirá mucho trabajo a todos los ministros, según reconoció ayer Rosa Conde, la ministra portavoz del Gabinete, al término del primer Consejo de Ministros de 1993.El trabajo añadido que les espera a todos los ministros se debe, según explicó Rosa Conde, al cúmulo de elementos extraordinarios que confluyen en 1993, especialmente la convocatoria de elecciones legislativas y la situación económica del país que, para la ministra, dista mucho de ser tan grave como se está diciendo.

En su opinión, la crisis ha cogido a España en mejor posición que a otros países europeos y las señales que llegan de Estados Unidos advierten una tímida recuperación de la economía norteamericana.

La clave para transmitir una buena imagen a los electores está en traspasar la cortina de corrupción que se ha interpuesto en las vías de comunicación con los ciudadanos, opinó la ministra. Rosa Conde cree que esta situación se combatirá con iniciativas puntuales y con una presencia más frecuente en la calle de Felipe González y de los demás miembros del Ejecutivo.

Por su parte, Jordi Pujol, presidente de la Generalitat, dijo ayer que el Gobierno "padece una crisis de credibilidad debido a que su política económica es muy contradictoria".

Jordi Pujol respondía ayer así, en unas declaraciones realizadas en Barcelona, al "empeño personal" para ganar las próxima elecciones expresado por Felipe González el miércoles en un encuentro informal con la prensa durante la celebración de los actos de la Pascua Militar.