Gali pide otros 10.000 'cascos azules' para las fronteras de Bosnia

El secretario general de la ONU, el egipcio Butros Gali, ha propuesto el envío de 10.000 cascos azules suplementarios (ya hay unos 6.000) para vigilar todas las fronteras de la ex república yugoslava de Bosnia-Herzegovina, según confirmaron ayer en Ginebra fuentes de las Naciones Unidas. Precisamente en esa ciudad suiza comenzó ayer un auténtico maratón negociador en busca de una solución a la guerra, para evitar una intervención militar internacional que en una primera fase impondría por la fuerza la zona de exclusión aérea.

Gali y los mediadores internacionales Cyrus Vance y David Owen se entrevistaron ayer por separado con los presidentes de la nueva Yugoslavia (Serbia y Montenegro), Dobrica Cosic; de Croacia, Franjo Tudjman, y de Bosnia, Alia Izetbegovic.El próximo sábado serán los dirigentes de las tres facciones enfrentadas en Bosnia (musulmanes, serbios y croatas) los que intenten negociar directamente una salida al conflicto, que ha causado decenas de miles de muertos y heridos y ha enviado al exilio a cerca de dos millones de personas desde que se inició, en abril, el cerco de Sarajevo.

Sobre todos ellos pesa la amenaza de una decisión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que permita la utilización de la fuerza militar para imponer la zona de exclusión aérea derribando los aviones serbios que, como ahora hacen casi rutinariamente, se burlen de la prohibición.

Fuentes de la ONU aseguraron ayer que informaciones de los frentes de batalla hacen temer una gran ofensiva musulmana en los alrededores de Sarajevo para romper o aliviar el cerco.

Entretanto, 33 cascos azules canadienses llegaron ayer a otra ex república yugoslava, Macedonia. Se trataba de la avanzadilla de un contingente de 700 soldados de la ONU que pretende evitar que el conflicto se extienda a ese Estado, a salvo casi milagrosamente, como la provincia serbia de Kosovo, de los horrores de la guerra.

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