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Papá Noel, entre rejas

El ministro de Justicia visita la cárcel de Carabanchel el día de Nochebuena

"Lo que más nos jode es que a las nueve y media de la noche nos encierren en el chabolo", se quejaba un recluso, mientras sonaba de fondo una canción cumbé compuesta por Atanasio da Silva, un preso de Guinea-Bissau. En la primera fila del salón de actos de la cárcel de Carabanchel (Madrid), el ministro de Justicia, Tomás de la Quadra-Salcedo, y el secretario general de Asuntos Penitenciarios, Antoni Asunción, observaban la escena ceremoniosamente, sin dejarse contagiar por el ritmo trepidante de la música. La nochebuena entre rejas es mucho más triste que en la calle, aunque Papá Noel repartió regalos a los 44 niños que convivien con sus madres en la prisión

Juan Cerro, el cocinero de la cárcel de hombres de Carabanchel, preparó 2.420 raciones para otros tantos reclusos, aunque en esta ocasión el menú era muy especial: consomé, fiambres, emperador con salsa de almejas y angulas, "cinco langostinos por cabeza", piña, turrones, café, copa de sidra y un farias. Las 620 presas que ocupan la cárcel femenina tuvieron un menú diferente, aunque no menos suculento, según la directora del centro, Mercedes Belaustegui, una mujer joven y atractiva, cuya imagen no se asemeja en nada al estereotipo de funcionaria de prisiones.De la Quadra-Salcedo y Asunción visitaron el taller de artesanía de la prisión, la enfermería y la cocina. También escucharon un mini-concierto, en el que el plato fuerte fueron los Africa Star, liderados por Atanasio da Silva, un hombre con pinta de rastafari. Su música calentó a los reclusos de la quinta galería -los mejores chicos de la prisión- que aplaudieron a rabiar, sin poder evitar mirar a las periodistas. Un grupo gitano cantó con nostalgia a la mai (la madre) y otros lo hicieron a la libertad, un concepto que sonaba allí dentro como algo mágico e inalcanzable.

Al terminar el acto, el ministro de Justicia deseó a todos "feliz Navidad". Y un recluso añadió a media voz: "Y que nos suelten... que no nos queda, ni ná... ". Mientras, los reporteros de Canal Límite (la televisión privada de la cárcel de Carabanchel) no se despegaban de los ilustres visitantes, tratando de recoger sus imágenes para poder ofrecérselas a los miles de colegas que no pudieron ver en carne y hueso al ministro, y al secretario de Asuntos Penitenciarios por "razones de seguridad", según dijo éste.

"Sólo os enseñan la parte buena. Esto hay que visitarlo de otra forma", se quejaba un interno a los periodistas.

Reparto de regalos

De la Quadra-Salcedo y Asunción visitaron también el departamento en el que se hallan 56 mujeres que conviven con sus hijos o están a punto de dar a luz. Un Papá Noel repartía juguetes donados por diversas instituciones entre los chiquillos. Uno de éstos, hijo de una presunta etarra, lucía traje de olentzero (el mítico personaje del carbonero vasco que trae los regalos navidefios). Los niños miraban con recelo a los invasores que portaban cámaras y micrófonos. Así que la directora del centro aconsejó dejarlos tranquilos para no romper la emoción del momento.José Antonio Moreta, el director de Carabanchel-hombres, reconoció que los reclusos están "más nerviosos" en esta época y explicó que en Nochebuena se cierran las celdas a las nueve y media de la noche porque la organización de la cárcel no permite prolongar más la velada. "Pero pueden ver la televisión en sus celdas", añadió.

El ministro de Justicia anunció que Carabanchel puede ser clausurado dentro de dos o tres años, una vez que entre en funcionamiento la polémica prisión de Soto del Real (Madrid). Añadió que el 35% de las personas que hay en las cárceles están en calidad de preventivos, mientras que el resto son penados.

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