Collor logra retrasar una semana su destitución con una triquiñuela legal
El todavía presidente de Brasil Fernando Collor de Mello, de 43 años, destituido de forma provisional, revocó ayer el mandato de defensa a sus abogados, 15 horas antes del inicio del juicio definitivo de destitución ante el Senado. Con esta triquiñuela legal, Collor quedó jurídicamente indefenso, lo que le concede derecho a un defensor gratuito de oficio, que necesitará un tiempo para estudiar el expediente. Tendrá una semana.
El presidente del Tribunal Supremo Federal (TSF), Sidney Sanches, encargado de dirigir el procedimiento de destitución ante el Senado, aplazó el juicio una semana y le fijó para el próximo 29 de diciembre.Ante la prensa y las cámaras de televisión Sanches preguntó ayer a las 20.00 hora local [23.00 en España] a los dos defensores de Collor si estaban dispuestos a aceptar la defensa de oficio. Los abogados se negaron, porque no podían contradecir la voluntad expresada por su cliente en una carta publicada a última hora de la tarde y que había caído en Brasilia como una auténtica bomba.
La posibilidad de revocar elmandato a sus abogados existía, pero contradice las firmes declaraciones efectuadas estos días por Collor, quien siempre había expresado su convicción de que ganaría el proceso en el Senado. Su nueva maniobra parece un intento desesperado para aplazar su destitución. El todavía presidente apenas cuenta con media docena de senadores dispuestos a votar a favor dé una absolución que significaría el retorno a la presidencia.
La mayoría de dos tercios, 54 senadores del total de 81, a favor de la destitución de Collor está asegurada, pero el presidente destituido parece especular con la posibilidad de ganar tiempo y que se produzca un deterioro del presidente en ejercicio Itamar Franco.
En su carta a los defensores Collor expresó que no existen las condiciones minimas para un juicio imparcial y critica el procedimiento atropellado elaborado sin la serenidad necesaria, además de la existencia de presiones poilíticas sobre los senadores.
El presidente del TSF Sanches anunció que el juicio se abrirá formalmente hoy para constatar la ausencia de Collor y sus abogados. Tras la confirmación de la rebeldía de Collor y su ausencia" Sanches designará un defensor de oficio, que deberá actuar en el procedimiento fijado para el próximo 29 de este mes.
El Senado de Brasil había sido convocado hoy en Brasilia para votar la destitución definitiva del presidente. De llevarse a efecto el próximo día 29, Collor será destituido y privado de sus derechos políticos durante ocho años.
Collor tiene todavía la posibilidad de dimitir antes de la apertura de la próxima sesión del Senado. Con lo que evitaría tal vez la conden a a ocho años de inhabilitación política.
'Cínico o loco'
Cínico o loco, titula la revista Veja de esta semana un amplio reportaje sobre Collor en vísperas de su destitución definitiva. La revista resume en ese dilema la situación psíquica de Collor, quien vive refugiado en su casa de Brasilia rodeado de un minúsculo grupo de incondicionales. Desde la Casa da Dinda, Collor se ha lanzado a una abierta ofensiva propagandística con entrevistas en un sinfin de medios de comunicación.Entre bastidores se libra otra batalla en la que se habla de chantaje, sobornos y ofertas de puestos para los senadores que voten en contra.
Ninguna de las dos batallas, la abierta y la sucia, ni tampoco la jurídica que libran sus abogados, parece que vayan a tener éxito. Un sondeo publicado ayer constató que un 87% de la población prefiere que el Senado condene a Collor y sólo un 8% apoya al presidente destituido.
La figura central del escándalo Collor, Paulo Cegar Farias, alias PC, abandonó Brasil el domingo por la tarde en un avión privado en compañía de toda su familia con rumbo a Barcelona, supuestamente para someterse a cuidados médicos. Farias creó un esquema de corrupción y tráfico de influencias para acumular grandes sumas, de las que presuntamente se pagaron los gastos de Collor y su familia. Según informaba ayer la prensa, un hermano de Farias declaró que había salido para tratarse un problema médico.
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