El canal cultural franco-alemán dedica una velada a borrar tópicos sobre España

El canal franco-alemán Arte emite hoy, durante más de cuatro horas, una de sus soirées temáticas, que, en esta ocasión, está dedicada a España. Desde las 20.45 horas, los espectadores franceses y alemanes que lo deseen podrán seguir, de la mano de Carmen Maura, que interviene como presentadora -Assumpta Serna y Victoria Abril lo han sido en otras ocasiones-, una noche de televisión cultural que pretende cuestionar algunos de los tópicos aún vigentes sobre España. La primera hora y media estará ocupada por una película que tiene un valor mítico para todos los cinéfilos, El espíritu de la colmena (1973), uno de los mejores títulos del del cine español y una de las tres obras maestras de Víctor Erice.Luego, después de esta evocación poética y terrible de la España de la posguerra, el programa aterriza en el Madrid del posfranquismo para intentar realizar un retrato de lo que fue la. movida. El título es significativo: Sólo se vive una vez. Abecedario de la movida 1975-1985. En fin, que por una vez, una televisión extranjera descubre que la famosa movida madrileña ya había muerto cuando todos comenzaban a hablar de ella. El documental entremezcla películas, entrevistas, filmaciones de conciertos o happenings del momento, material de archivo y otro rodado ahora, todo de la mano de Diego Más Trelles. Pero este cuestionamiento sobre la identidad madrileña va seguido de Sierra de Ancares, de José María Sarmiento, que en 35 minutos demuestra que si en la capital intentaban aprovechar cada minuto, saborearlo y diferenciarlo del siguiente, en ese lugar perdido entre León, Asturias y Galicia el tiempo, los minutos, no existen e incluso los habitantes han olvidado que exista un aquí y ahora en otras partes que no sea idéntico al que ellos viven.

La noche se acaba con otra sorpresa destinada a ese telespectador europeo culto que, sin embargo, siempre nos relaciona con la Semana Santa de Andalucía, el Cristo en el madero, la peineta en la cabeza y las rodillas por los suelos, como si nuestra devoción católica nos llevara a flagelarnos periódica y masivamente. A partir de las doce de la noche le toca el turno a las meigas y a los celtas que, de la mano del grupo Milladoiro, acuden al teatro de Vigo para sorpresa de galos y germanos, que nunca nos imaginan con gaitas y acordeones y siempre con castañuelas y guitarras.