Gobierno y Parlamento congelan los salarios de los funcionarios en 1993 por falta de acuerdo
Los salarios de los funcionarios quedarán congelados en 1993. La falta de acuerdo en el Parlamento ratifica la intención del Gobierno plasmada en el proyecto de presupuestos para 1993. Esto significa que los funcionarios recibirán el próximo año el mismo sueldo que ahora, con una mínima modificación: la cláusula de revisión pactada para 1992, que todavía se mantiene. Como la inflación ha quedado en noviembre en el 5,1 % y la previsión inicial del Gobierno era del 5%, la revisión supone una subida del 0,1 %, que debe pagar se como atraso de 1992 y se consolida en el sueldo de 1993.
Los funcionarios del Estado y, en principio, también los de las restantes administraciones públicas verán totalmente congelados sus salarios en 1993. El motivo es que no han prosperado las dos iniciativas con las que el Gobierno y el PSOE intentaron pactar un acuerdo de fuerte moderación salarial.En primer lugar, el Gobierno intentó negociar con los sindicatos un acuerdo de subida salarial con un tope máximo del 4%, incluyendo en esa subida la cláusula de revisión que resultase para 1992, y que se ha quedado en un 0,1 %. Los sindicatos rechazaron tal iniciativa y convocaron movilizaciones, incluidas dos jornadas de huelga en el sector público celebradas el 16 de noviembre y el martes.Intento de pacto
Con el proyecto de presupuestos en el Senado, el PSOE intentó pactar con la oposición otro acuerdo de moderación salarial, aunque inferior al propuesto a los sindicatos, pues la inflación de los últimos dos meses ha rebajado sensiblemente las previsiones del Gobierno en septiembre. En concreto, en aquella fecha, el Ejecutivo esperaba un aumento del IPC del 6,4% en noviembre y por ello propuso una subida tentativa para los pensionistas de esa tasa, y la inflación acumulada ha quedado finalmente en ese mes en el 5,1%. Ese porcentaje será la subida que tendrán los pensionistas.
Con estas cifras, el Grupo Socialista en el Senado propuso una enmienda para mejorar -unilateralmente- la revisión salarial de 1992, a la que pretendían ligar otra pactada con al menos dos grupos de la oposición y que nunca ha llegado a presentarse. El procedimiento propuesto y fallido era el siguiente: el PSOE proponia y apoyaba con sus votos la enmienda 2.037, que revisaba los salarios de 1992 con una subida del 0,1905%, es decir, de casi el 0,2%. Esto significa que la cláusula de revisión prácticamente se habría duplicado sobre el 0, 1 % que queda ahora.A ese 0,2%, el PSOE quería sumar, con el apoyo de la oposición, una mejora del 1,8% a través de una enmienda transaccional. Esta vía, según fuentes socialistas, habría permitido garantizar una mejora de los salarios nominales de los funcionarios del 2% para 1993. Con una inflación prevista del 4,5%, ello implica perder poder adquisitivo, pero menos de lo que ha resultado finalmente. La segunda vía preveía, para pagar la subida, la aprobación de un crédito extraordinario que habría permitido, según dichas fuentes, la ampliación en el caso de que Gobierno y sindicatos llegaran a un acuerdo.La oposición no ha querido asumir tal pacto porque supone aceptar una buena dosis de corresponsabilidad en una política salarial muy contestada por los sindicatos que representan a este colectivo de trabajadores.La primera reacción sindical a la congelación vino de Antonio Gutiérrez, secretario general de CC OO, quien dijo que éste "es un comportamiento viejo y propio de otros tiempos", informa Servimedia. Gutiérrez, en una conferencia de prensa en Pamplona, criticó la postura del Gobierno, por poner sobre la mesa "una disyuntiva chantajista": o el 1,8% de subida o la congelación. "Siempre está la salida más razonable, la más deseable en democracia que es la negociación".
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