Dirigentes del PSOE reconocen que el 92 es un año "catastrófico" por los casos de corrupción
La dirección del PSOE ha reconocido internamente que durante el año 1992 se ha producido una situación de "bIoqueo político" que ha impedido que su intención de lanzar mensajes positivos llegara a la sociedad. Aunque algunos miembros de la ejecutiva federal expresaron ayer algunas críticas a la cúpula del PSOE por sus respuestas en los casos de denuncias de corrupción, la tesis global fue en la reunión celebrada ayer por este órgano de dirección, que el culpable es el Partido Popular. Con la constatación de que, "aunque objetivamente puede decirse que el que termina no ha sido un año negativo, el resultado público es bastante "catastrófico" por los continuos escándalos de corrupción, según señaló uno de los máximos dirigentes socialistas
En esta reunión, presidida por el secretario general, Felipe González, se reconoció que las continuas denuncias han causado al PSOE "un daño irreparable moral y político", aunque considera que mucho más grave es el deterioro que está sufriendo la credibilidad del sistema democrático "por intereses partidistas".La reunión de la Ejecutiva Federal del PSOE tuvo ayer una duración de casi cinco horas, en las que se pasó revista a la situación política actual y al análisis de lo acontecido durante este año. La conclusión fundamental es la de que el PSOE intentará debilitar al máximo la imagen del Partido Popular, con el argumento de que sus propuestas son demagógicas, erróneas técnicamente e inviables para ser llevadas a la práctica. Según los interlocutores consultados, el mensaje final que se quiere transmitir es el de que "la derecha no está preparada para gobernar". Según la dirección socialista, el tipo de oposición practicado por el PP se ha traducido en un aumento en sus expectativas de voto y en el descenso de los socialistas.
La ejecutiva reconoció que el PSOE en este año "ha sufrido un daño moral y político irreparable", aunque se afirmó que es mucho más grave el daño "que se está infligiendo a la credibilidad del sistema democrático en la búsqueda de intereses exclusivamente partidistas".
. Algunos miembros de la ejecutiva hicieron observaciones críticas a la actuación de la dirección socialista, pero sin citar nombres concretos. Según los interlocutores consultados, las observaciones críticas fueron de " procedimiento" y no cuestionaron el fondo del asunto, ya que nadie habló de si hay o no financiación irregular en el PSOE. Empezada ya la reunión, llegó el senador Josep Maria Sala, que ayer declaró ante el juez instructor del caso Filesa, Marino Barbero. Sala no hizo ningún comentario público en este órgano de dirección, compuesto por 33 personas, ni tampoco fue requerido para ello.
Culpas al PP
Los socialistas, después de escuchar el informe que presentó el secretario general, Felipe González, sobre la cumbre de Edimburgo, hicieron un repaso de la situación política y manifestaron que, de forma objetiva, podría decirse, que no ha sido tan malo, a pesar de que lo que ha cundido es el. "catastrofismo". Una vez más se culpó al Partido Popular de esa situación. Los socialistas consideran que la labor del Gobierno se ha visto ensombrecida "por el empeño de crear un clima de catastrofismo y crispación social, fomentado desde sectores conservadores, que, ajenos a las normas democráticas, han creído que arrojando dudas sobre el funcionamiento de las instituciones y sobre la honradez de los gestores públicos podrían ganar posiciones".
Miembros de la ejecutiva re saltaron ayer que, "a pesar de las continuas acusaciones de corrupción al PSOE, ningún miembro de este partido ha sido condenado por los tribunales". Por contra, señalaron, "tres alcaldes del PP han sido condenados por prevaricación,. en sentencias Judiciales firmes, y algún destacado dirigente de este partido está hoy procesado". El tono de las intervenciones de los miembros de la ejecutiva hace pensar, que hasta las elecciones no habrá descanso en la crítica hacia el PP. Los socialistas señalaron que la táctica del PP "es irresponsable y sin escrúpulos".
La pauta a partir de ahora será la de descalificar las propuestas técnicas de los populares e intentar demostrar que no están preparados para gobernar, según la pauta marcada el martes por Felipe González en el Congreso reprochando a Aznar que, en plena negociación de Edimburgo, hubiera descalificado al Gobierno de España tachándolo de "pedigüeño". Por primera vez el PP se ha convertido en un rival serio para los socialistas, dado que las últimas encuestas apuntan a una distancia tan sólo de cinco puntos. La ejecutiva federal convocó ayer para el próximo 22 dé enero la reunión del comité federal.
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