El artífice del adiós a las armas
Jordi Vera, que reside en el sur de Francia desde 1974, fue uno de los principales artífices de la autodisolución de Terra Lliure, en julio de 1991. Vera, que militaba entonces en Catalunya LLiure, brazo político de la organización terrorista, estaba convencido de que la comisión de atentados no era la mejor fórmula para que Cataluña consiguiera la independencia. Los cambios vertiginosos que vivía Europa en 1990 -la unificación alemana y los procesos hacia la independencia de las Repúblicas Bálticas- impulsaron a Vera a defender entre sus correligionarios que la opción democrática y pacífica hacia la independencia era posible.Medios de la lucha antiterrorista relacionaban entonces a Vera con la dirección de un sector de Terra Lliure -prácticamente inoperante- aunque nunca le pudieron imputar cargo alguno. De hecho, Vera, nacido en Terrassa (Barcelona) hace unos 40 años, vive por propia voluntad en un pequeño pueblo del sur de Francia, puesto que no tenía ninguna causa judicial pendiente en España. El independentista, a diferencia de otros refugiados, cruzaba la frontera francoespañola sin ningún problema. Vera trabaja como agricultor y está casado con una ciudadana francesa de la que tiene cinco hijos.
La dirección de Terra LLiure difundió el 6 de julio de 1991 un comunicado en el que renunciaba a la violencia. La elección de la fecha no fue casual: un día después Catalunya LLiure celebró en Vinaroz (Castellón) una asamblea para debatir si optaban por el independentismo pacífico, ingresando en Esquerra Republicana (ERC), o si mantenía su opción por la violencia. El resultado fue una escisión: unos 70 militantes de Catalunya Lliure se afiliaron a ERC y otro grupo mantuvo la organización. La presencia de Vera en la asamblea desató las iras de este último sector que le acusó de haber instigado el proceso de disolución.
Días después, Vera, junto a Pere Bascompte -refugiado en Francia y acusado de dirigir Terra LLiure- y otros militantes anunciaban en Perpiñán (Francia) su ingreso en ERC. Vera fue nombrado miembro del Comité Ejecutivo del partido y responsable del mismo en el sur de Francia. En septiembre, acudió en varias ocasiones a Madrid, donde se entrevistó con presos de Terra Lliure para explicarles el proceso de reinserción y pedirles su apoyo. En sus visitas a las cárceles de Madrid, Vera cosechó el rechazo de algunos presos que se oponían a la propuesta. El propio Vera, junto a Jaume Rañé, otro dirigente de ERC que había abandonado Catalunya Lliure, mantuvo Contactos con el mismo fin con el delegado del Gobierno en Cataluña, Francesc Martí Jusmet.
Pese a todo ello, la mujer de Vera afirmó ayer desde su domicilio en Francia no extrañarle demasiado la detención de su marido, especialmente después de las detenciones del pasado verano que implicaron a personas que hacía años que, estaban al margen de actividades terroristas. "Sabíamos que había una investigación abierta contra personas que hubieran podido estar relacionadas con Terra Lliure, aunque esas denuncias se remontaran a hechos ocurridos años atrás", comentó la esposa de Vera. "Al menos, a mí no ha sorprendido mucho su detención, porque no es el primero", añadió.
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